La prótesis dental se trata de un elemento artificial que sirve para sustituir uno o varios dientes naturales, recuperando la estética y la funcionalidad de la dentadura. Este elemento se coloca mediante implantes fijados al hueso maxilar, donde se atornilla el nuevo diente.
La prótesis dental puede estar fabricada por distintos materiales, y buscan la apariencia más realista posible para que no se note la diferencia a simple vista entre la prótesis y los dientes naturales.
Una prótesis dental es un elemento artificial que sirve para restaurar la anatomía de uno o varios dientes, consiguiendo que el paciente recupere la funcionalidad y estética de su dentición. Esta suele la solución en pacientes que han perdido gran parte de la dentadura o tienen problemas óseos.
Una vez se coloquen prótesis dentales, el paciente tendrá que pasar por un periodo de adaptación inicial, donde se suelen notar molestias. Para que todo salga bien, lo recomendable es que no se deje de asistir al dentista y este puede realizar exploraciones dentales periódicas.
Además, también puedes consultar con tu dentista qué prótesis es más acorde a tus problemas bucodentales o la que más se adapte a tus necesidades. Para ayudarte a decidirte entre una prótesis fija o removible, te contamos las ventajas e inconvenientes de estas:
Prótesis fija
La prótesis fija se coloca con la ayuda de implantes fijados al hueso maxilar, donde se atornilla el nuevo diente a la dentadura. Estos implantes hacen la misma función que la raíz natural de los dientes: fuerza en la masticación y absorber el movimiento.
La colocación de este tipo de prótesis ayudan a recuperar toda la funcionalidad de la boca, pero no todo el mundo puede ponérselas, ya que depende de la salud del hueso y los tejidos de la boca del paciente.
La prótesis fija requiere una operación quirúrgica, y entre la colocación de implantes, prótesis y recuperación, el proceso puede durar entre 10 y 112 semanas.
Una de sus mayores ventajas es su buena adherencia, ya que te permiten actuar en tu día a día como si se tratara de nuestra dentadura natural, ya que no se despegan.
Prótesis removible
La prótesis removible, tal y como su nombre indica, se pueden poner y quitar tantas veces como quieras o se necesario. Son las prótesis más tradicionales, que a lo largo del tiempo han ido evolucionando, convirtiéndose en prótesis más discretas, realistas y cómodas.
Este tipo de prótesis puede ser parcial o completa, y ambas se elaboran teniendo en cuenta las necesidades de cada paciente, creando una prótesis a medida para que se adapte bien a nuestra anatomía. Este elemento se lo puede colocar cualquier persona, ya que al no ir atornillada como la prótesis fija no tenemos porqué tener en cuenta la salud bucodental del paciente.
Suelen ser recomendadas para las personas que quieran ponerse una prótesis fija, para los momentos de transición en los que se termina de colocar la prótesis fija. Las ventajas de la prótesis removible es que se coloca muy fácilmente, tan sólo con la ayuda de pegamentos bucodentales para fijar la dentadura mientras se use; y su precio, ya que es una alternativa muy económica para aquellos que no pueden permitirse la prótesis fija.
Los inconvenientes los encontramos en el día a día, ya que termina siendo menos cómoda al tener que limpiarla una vez al día o después de cada comida. Tampoco se puede dormir con ella, por lo que debemos tener cuidado de no olvidarnos quitárnosla. Además, esta prótesis no aporta la fuerza natural que la mordida debería tener, al no ir atornilladas al hueso no tienen tanta fuerza y seguridad.