Hay una proteína que cuenta con numerosas propiedades para nuestra salud bucodental y que endurece nuestros dientes.
Mimar de nuestra salud bucodental es la principal misión de esta proteína llamada amelogenina, que lucha contra las afecciones que afectan a la pérdida de hueso.
Enfermedades graves que se sitúan en las encías como la osteoporosis son el gran objetivo por el que debemos llegar a este tipo de proteínas.
Estudio de salud dental
Así lo ha descubierto el investigador del National Institute of Dental and Craniofacial Research (NIDCR), Ashok Kulkarni, que ha publicado sus resultados en la PloS One.
- Se habla en dicho estudio de que la proteína amelogenina tiene un gran potencial terapéutico para aquellas afecciones que inciden directamente en esa pérdida ósea.
- Como todo el mundo sabe, nuestro organismo cuenta con un esmalte dental muy duro que recubre nuestros dientes con dichas proteínas amelogeninas.
- El avance principal del doctor en este sentido es que hay una pequeña proteína llamada péptido de amelogenina rica en leucina (LRAP) que fomenta la formación de hueso y previene su pérdida en ratones.
- «Ahora sabemos que esta proteína que se sintetiza en los dientes tiene un papel en el recambio óseo, que es uno de los procesos más importantes para la regeneración del hueso», apunta Kulkarni.
Más actividad en las células
Los resultados posteriores arrojaron cómo en los ratones modificados se observaba una mayor actividad de las células que generan el hueso.
Por otro lado, se fomenta la acumulación de calcio y la disminución de células que descomponen el hueso, contrarrestando algunas patologías.
Debieron estresar los huesos de los ratones para provocar unas diferencias aún mayores de las que se apreciaban en el estudio con niveles normales.
Por eso, el doctor Kulkarni y su grupo de investigadores decidió simular la menopausia en los grupos de ratones para simular esa pérdida ósea que se produce, por ejemplo, en mujeres.
Hubo una rápida pérdida de huesos en las patas, gracias a las radiografías y escaneos óseos en 3D más delgados y huecos.
Los ratones que tuvieron exceso de LRAP resistieron a los efectos y sus huesos parecían los de aquellos ratones sanos que simularon la menopausia.
El proceso deja entrever cómo el recambio óseo del hueso desgastado se sustituye continuamente por un tejido nuevo.
Por lo que se abre una veda interesante en materia de investigación para tratar de ver cómo puede afectar la proteína LRAP en ratones con enfermedades como la periodontitis.
«Creo que ciertamente hay implicaciones de que el LRAP puede tener valor terapéutico para prevenir la pérdida de hueso», comenta el investigador Kulkarni.
Y remata, cauteloso: «Pero aún nos queda un largo camino por recorrer antes de que la investigación pueda aplicarse a los seres humanos».