La vitamina K está cada día más presente en nuestras dietas porque cada día la gente sabe más acerca de sus efectos sobre la circulación sanguínea.
Y es que el hecho de que haya alimentos como la vitamina K ayuda a nuestro organismo a que evitemos problemas de hipertensión.
Debemos mantener los niveles de presión sanguínea equilibrados, y para ello están vitaminas y otro tipo de proteínas y sustancias beneficiosas.
La vitamina K y la sangre
Por si no lo sabías, la vitamina K es fundamental para la coagulación de la sangre, y aunque parezca el proceso contrario a lo que buscamos, esto es lo más sano.
¿Por qué? Porque la vitamina actúa sobre la calcificación arterial y el endurecimiento de las arterias, algo que evita enfermedades de la arteria coronaria.
Trabaja la vitamina K en que el calcio logre cristalizar el hueso y no se quede en las arterias, donde provocaría daños en nuestro organismo.
Cabe reseñar en este sentido que hay dos tipos de vitamina K, conviene saberlos ambos para saber cuál consumimos en qué momento:
- Por un lado está la vitamina K1, presente en los vegetales, que suele estar en las hortalizas de hojas verdes.
- Luego encontramos la vitamina K2, que es la que se encarga de sintetizar en el intestino por las bacterias del organismo.
- Por ejemplo, el apio es uno de esos alimentos muy ricos en vitamina K, y al ser un diurético natural, nos conviene mucho.
- Logra eliminar los desechos por la gran cantidad de electrolitos que tiene, y además cuentas con la facilidad de poder hacértelo en un zumo o batido con frutas o verduras.
Nutrientes variados con vitaminas
¿Quieres saber cuáles son los mejores alimentos que puedes tomar para conseguir tu dosis diaria de vitamina K, que depende de nuestra edad?
Según señala la Wikipedia, la ingesta dietética de vitamina K, digamos, adecuada para un varón adulto es de 120 mg al día.
Tiene un fácil acceso porque son sencillos y sobre todo, alcanzables los alimentos que tienen vitamina K.
Por eso el cuerpo humano no suele tener insuficiencia de este tipo de fitomenadiona y naftoquinona.
Si quieres seguir incluyendo esta vitamina K a tu estilo de vida te dejamos varios alimentos que deben ser tan útiles como variados.
Por un lado, encontramos las hortalizas de hojas verdes tales como la espinaca, la col rizada o la berza, así como el brócoli y la lechuga.
Los aceites vegetales son otro de los alimentos con altos índices de vitamina K, por lo que se recomienda mucho su consumición.
Hay frutas como los arándanos azules y los higos que cuentan en sus propiedades con suma vitamina K.
Algo que también pasa con alimentos como la carne, el queso, los huevos y los granos de soja. Como ves, alimentos accesibles para nuestro organismo.