Es habitual relacionar herencia como sinónimo de adquirir bienes. Quizás por el desconocimiento que hay sobre el tema hasta que nos toca, es un pensamiento muy extendido pensar que cuando vas a heredar, vas a recibir dinero o propiedades. Sin embargo, este concepto es muy simplista y se ajusta poco a la realidad.
La herencia es el conjunto de bienes, obligaciones y derechos que no se extinguen con la muerte de la persona. Esto significa, que el heredero será sucesor de todo aquello que pertenecía al causante. Por tanto, en ese ‘todo’ también están incluidas las deudas. Así que si el fallecido tenía alguna cuenta pendiente, esta recaerá sobre los sucesores.
Quizás con estos conceptos claros, sea más fácil entender por qué casi 55.500 personas renunciaron a su herencia a lo largo del año pasado en toda España. Un volumen histórico, según los datos que actualiza anualmente el Consejo General del Notariado. Por comunidades, Andalucía, Cataluña y Madrid fueron las tres regiones con más desestimaciones.
Cabe puntualizar, que las 55.500 renuncias registradas no se traducen en la misma cifra de herencias rechazadas, pues una herencia no recae sobre una única persona. Esto significa, que ese número de personas optaron por descartar la transmisión a la que tenían derecho. Un dato que aún así, es llamativo y elevado.
Motivos para rechazar una herencia
Es importante tener claro, que la condición de heredero no se elige. Por una parte, puede recaerte esta situación por lo establecido en la ley o también, porque el causante así lo expresara en el testamento. Sin embargo, esto no significa que tengas la obligación de asumir las obligaciones de dicho papel. Los herederos una vez conocidos todos los datos, tienen la opción de aceptar o rechazar la herencia. Pero, ¿Por qué es tan elevado el número de rechazos? Fundamentalmente por dos razones:
Deudas
Precisamente esa creencia tan extendida, de la que hacíamos mención anteriormente, sobre que la herencia trata de recibir bienes, ha chocado frontalmente a lo largo de la historia a la hora de la verdad. Y es que muchos herederos, al comprobar que aceptar una herencia significa también aceptar la deudas, deciden rechazarla.
Así que históricamente, uno de los principales motivos por los que los españoles deciden rechazar la herencia a la que tienen derecho, es por las elevadas cantidades de deuda que esconden. Y, ¿Por qué ha aumentado este hecho en los últimos años? Porque en momentos de crisis económicas, esta situación cobra especial relevancia.
Liquidación de impuestos
Otro de los grandes motivos por los que un heredero decide rechazar una herencia, es por los gastos que conlleva. En este sentido, existen una serie de impuestos que los herederos tienen la obligación de liquidar. Unos costes que están asociados a la propia tramitación de la empresa.
Entre ellos, cabe destacar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Un gasto que además, varía en función de la comunidad autónoma en la que se encuentre y las bonificaciones fiscales con las que cuente esa región. Pues las competencias de este impuesto, están decidas a las Comunidades Autónomas.
Otro de los más habituales, es el pago de la Plusvalía Municipal. En este caso, es necesario pagarla siempre que se herede un inmueble urbano. La cuantía de este impuesto también varía en función del Ayuntamiento al que pertenezca el inmueble.