La flora intestinal sigue siendo uno de los principales temas de conversación, también cuando va de la mano de problemas como la depresión.
Como la mayoría de la gente sabe, la también llamada microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro intestino.
Por su parte, la depresión es el trastorno mental caracterizado fundamentalmente por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza.
Antes, debemos recordar que la microbiota tiene dos funciones principales: por un lado, ayuda a combatir las agresiones de microorganismos.
Por otro, ayuda a metabolizar algunos alimentos favoreciendo la actividad de nuestro tracto intestinal y procurando potenciar un órgano vital para nuestro cuerpo.
Cuidarla se antoja fundamental, y con el paso de los años, podemos ver cómo puede sufrir variaciones si tenemos otro tipo de patologías.
Bacterias y dietas
Tales como la propia depresión, ya que la flora intestinal de las personas sanas es muy diferente a la que podemos tener si sufrimos de esta enfermedad.
¿Sabes cómo debes hacerle frente? Aquí te dejamos las claves para entender por qué una persona con depresión tiene una flora distinta.
Han sido los investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y cinco grupos clínicos del CIBER Salud Mental los que han descubierto el hallazgo.
Lo que ocurre es que la microbiota intestinal de los pacientes con depresión tiene más presencia de los géneros bacterianos Bilophila y Alistipes. Y menos de los géneros Anaerostipes y Dialister. Esa es la principal razón por la que la microbiota es ampliamente diferente.
Se ha identificado la composición de la microbiota característica de pacientes con depresión, así como sus vínculos con la inflamación generalizada. Es lo que explica Juan Carlos Leza, investigador del Departamento de Farmacología y Toxicología de la UCM y coordinador de este estudio.
Lo que debemos hacer en ese sentido es mejorar nuestra dieta y nuestro estilo de vida para poder garantizar una mejora en nuestra microbiota intestinal.
Trastorno depresivo
Los investigadores de este estudio han comprobado como los pacientes con un trastorno depresivo más grave presentan una mayor abundancia de Alistipes y Anaerostipes.
Pero una ausencia completa de Dialister. Ocurre que quienes tienen un trastorno depresivo mayor en remisión o con sintomatología leve presentaron una mayor abundancia de Bilophila.
Todo ello, por supuesto, en comparación con individuos sanos, lo que ha supuesto la pista definitiva para saber cuál es el quid de la cuestión.
Los próximos pasos de esta investigación ya están realizándose, pero hay optimismo en poder sacar resultados aún más específicos.
La idea es poder estudiar si los tratamientos antidepresivos afectan a la composición de la microbiota y si los cambios son responsables de ciertos cambios.
Tales como las modificaciones en la respuesta a tratamientos antidepresivos, según expone el propio Leza.