De acuerdo con el Ministerio de Trabajo y Economía Social, órgano competente en esta materia, la incapacidad permanente se define como «la situación del trabajador que, después de haber estado sometido al tratamiento prescrito, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral«. Así mismo, esta discapacidad presenta cuatro grados, de menos a más graves: parcial, total, absoluta y de Gran Invalidez.
Por tanto, las personas afectadas de una incapacidad permanente han tenido que ser expuestas a un examen diagnóstico por parte del Tribunal Médico del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). De este modo, los facultativos que componen el Tribunal serán quienes determinen el grado de incapacidad de cada persona solicitante y, además, qué pensión les corresponde, de acuerdo a las características de cada demandante. Por ello, para acceder a esta conclusión sobre el estado de una persona, el Tribunal formula una serie de preguntas.
Preguntas ‘trampa’ del Tribunal Médico del INSS
Para llegar a alguna conclusión sobre el estado de salud de una persona demandante de una pensión por incapacidad permanente, el Tribunal Médico, además de ofrecer un diagnóstico en base a las anomalías y capacidades del trabajador, también formula una serie de preguntas ‘trampa’, con el objetivo de exprimir al máximo la obtención de información del paciente.
- ¿Qué tal te encuentras? Tal y como está realizada la pregunta parece un saludo, pero en verdad no es tan inocente, ya que gracias a ella los miembros del tribunal tienen posibilidades de descubrir la opinión sincera del paciente acerca de su estado porque empuja al paciente a una espontaneidad que no podría darse de otra forma.
- ¿Has mejorado de tu enfermedad o lesión desde que estás de baja? Con esta cuestión se quiere indagar en las sensaciones del solicitante de la pensión respecto a su estado físico y mental. Que el solicitante se pueda hacer eco de una posibilidad de mejora es clave porque es una variable más con opciones de influir en el acceso a la pensión y en la elección de su grado.
- ¿Has venido solo o acompañado? Aunque tenga la pátina de una pregunta para romper el hielo, lo cierto es que se refiere a un aspecto importantísimo para seleccionar el hipotético grado de la pensión: la autonomía del paciente en los actos más esenciales de la vida.
- ¿Cuál es tu puesto de trabajo? Es otra pregunta que tiene la apariencia de simple cuestión para interesarse por el paciente, pero realmente tiene el cometido de delimitar las funciones del trabajador y, gracias a esa delimitación, considerar si son compatibles con su dolencia, lesión o enfermedad, lo que influye en el grado de la pensión.
- ¿Qué tareas llevabas a cabo en tu trabajo? Aunque similar, es algo diferente a la anterior pregunta porque es un poco más concisa. Su objetivo, con todo, es parecido: saber cuál es la rutina laboral del paciente para conocer si es capaz de mantenerla con su dolencia o lesión.
Plazo para otorgar una incapacidad permanente
Para que una persona figure como incapacitada de manera permanente en la Seguridad Social, es necesario que un Tribunal Médico del INSS examine si el trabajador en cuestión se encuentra en condiciones para trabajar o, de lo contrario, recibir el grado de incapacidad permanente oportuno.
Tras este examen, será el propio INSS el que deberá aprobar esta condición. En el plazo de 90 días, el Tribunal Médico suele determinar muchos casos, aunque muchos otros se demoran en el tiempo debido a su complejidad. No obstante, si pasado este periodo de tiempo no existe respuesta se considerará silencio administrativo, lo que implica que la petición ha sido denegada.