El testamento es un documento mediante el cual, una persona deja constancia de su voluntad en torno a su herencia. Por tanto, en esencia se trata de una forma oficial de dejar establecidas una serie de premisas para que se cumplan cuando ya no esté. Es en base a este objetivo, que han ido surgiendo otro tipo de testamento ante nuevas necesidades cuyo fin, no deja de ser dejar testimonio de la voluntad del testador para cuando ya no pueda determinar su pensamiento.
En este sentido, la normativa española actual contempla también la opción de hacer un testamento vital o uno digital. En ambos casos son documentos para dejar testimonio de cara al futuro. Sin embargo, hay diferencias en cuanto a la temática, lo cual provoca que no sean incompatibles entre sí. Por tanto, a grosso modo podemos diferenciar entre:
- Testamento. El testador deja expuesta su voluntad acerca de lo que quiera que ocurra con su herencia tras su fallecimiento.
- T. Vital. En este acto se expone el deseo del testador acerca de cómo quiere que se actúe de cara a cierto tipos de enfermedades y si quiere que se donde su cuerpo a la investigación o donante.
- T. Digital. Ante un nuevo escenario en el que todos tenemos parte de nuestra vida en la red, de esta forma quedará expuesto lo que queremos que ocurra con toda esa información.
Testamento vital
Como ocurre con el resto, el testamento vital es un documento en el que el testador expresa una voluntad, pero en este caso, no necesariamente para que se lleve a cabo cuando fallezca. Pues parte de lo aquí expuesto, es posible que deba utilizarse aun estando el testador vivo, aunque con la mayor parte de sus capacidades perdidas. Es por ello, que se dice que el testamento vital cumple con dos objetivos diferenciados.
El primero de ellos, brinda la oportunidad a una persona de dejar establecido los cuidados o tratamientos a los que llegado el momento, sí le gustaría someterse o no le gustaría, si en algún momento pierda alguna capacidad para decidir sobre ello. Por tanto, aquí podría reflejar una persona su voluntad acerca de someterse a tratamientos paliativos o no hacerlo, así como la petición de ayuda para morir mediante eutanasia si su enfermedad no tuviese vías de mejorar.
El segundo de los objetivos que se pueden conseguir con este testamento, es que los familiares conozcan qué quería el causante que ocurriese con su cuerpo tras fallecer. En este sentido, está la opción de ser donante por si otra persona pudiese necesitarlo, o también, dejar el cuerpo para la investigación o práctica de futuros profesionales de la sanidad. De este modo, esta difícil decisión la tomaría el propio afectado y evitaría ese sufrimiento a la familia.
Precio de realizar este acto ante notario
Pero, ¿Cuánto cuesta llevar a cabo este tipo de testamento ante notario? Para conocer una cifra aproximada, hay que tener en cuenta varios factores. En primer lugar, hay que contar con el importe mínimo que se aplica a todos los documentos notariales, que en este momento es de 30,05 euros. Este precio cubre la formalización estándar del documento. Sin embargo, también hay que sumar una cierta cantidad en base a la extensión del testamento.
Del mismo modo, hay que contemplar, según el caso, factores variables como que el notario deba desplazarse. Y es que hay situaciones, en las que el testador no puede moverse o está en unas condiciones de salud en las que no le favorece realizar ciertos esfuerzos. En estos casos, se solicita al notario firmar en otro lugar. Este desplazamiento también se paga aparte y suele cubrirse por entre 18 y 20 euros.
Finalmente, al precio hay que sumarle un 21 por ciento del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) por tratarse de una prestación de servicios. Por tanto, este porcentaje debe aplicarse sobre el coste total de la prestación. En base a estos datos podemos concluir, que realizar un testamento vital ante notario puede costarnos en torno a unos 70 euros, IVA incluido.