A la hora de distribuir una herencia en un testamento siempre surgen dudas en el testador. En este caso, hay que tener en cuenta todos los elementos que se pueden incluir en una herencia y el modo en el que se reparten entre los potenciales herederos. Así, un aspecto interesante es que las acciones se pueden heredar.
Muchos ciudadanos deciden invertir en bolsa durante su vida. Es una forma de buscar ingresos adicionales para planificar la jubilación o simplemente aumentar el patrimonio personal. Además, también puede funcionar como una alternativa para legar a los hijos carteras de inversiones.
En primer lugar, debemos tener claro que las acciones pueden formar parte de una herencia, al igual que ocurre, por ejemplo, con un plan de pensiones. Lo interesante es saber si dichas acciones son una opción adecuada para que se integren dentro del caudal hereditario correspondiente. Así, es preciso destacar algunas claves.
Herencia de acciones
Los profesionales de ‘Mapfre‘ informan que «las acciones forman parte de lo que se conoce como la masa hereditaria una vez los herederos aceptan la herencia. Es decir, que se integran en la herencia junto con el resto de bienes de la persona fallecida». Salvo que el testador determine lo contrario, las acciones se reparten al igual que el resto de bienes entre los herederos forzosos que correspondan.
Supongamos que una persona fallece y deja 100 acciones en herencia a sus dos hijos. En ese caso, cada hijo recibirá un total de 50 acciones a partes iguales. Así lo determina el Código Civil español al respecto.
Con la presencia de un testamento, la distribución de las acciones puede variar. El testador, incluso, puede dejar algunas acciones a una persona que no sea familiar. Para ello, debe añadir las acciones correspondientes en el tercio de libre disposición. En caso de no haber testamento, las acciones se repartirán a partes iguales entre los herederos según determine la ley.
Desde ‘Mapfre‘ matizan que «así es como funciona también la herencia de otras inversiones como los fondos de inversión, depósitos o ETFs, pero no así de Unit Linked, PIAS o planes de pensiones y general de los seguros de vida-ahorro. La razón es que con todos ellos se puede elegir el beneficiario en caso de fallecimiento. Dicho de otra forma, quién cobrará si el titular muere».
Impuestos al heredar
Al igual que prácticamente todos los bienes heredados, las acciones también deben tributar en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. En este sentido, se contabiliza el valor de las acciones bursátiles y se suma al resto de la herencia con el objetivo de calcular la base imponible sobre la que se ejecutará dicho impuesto.
Hay que tener en cuenta que este impuesto varía en función de diferentes factores, como el caudal hereditario total o el grado de parentesco. Además, el porcentaje de impuesto a pagar también depende de lo que establezca cada Comunidad Autónoma como normativa.
Como conclusión, los expertos de ‘Mapfre‘ aclaran que no se paga en el Impuesto de Sucesiones por el beneficio acumulado con las acciones. Imagina unas acciones que se adquirieron por 10 euros y tienen un valor de 100 euros en el momento del fallecimiento de su dueño. En este caso, suman una rentabilidad de 90 euros por las que habría que pagar impuestos del IRPF en caso de venta. No obstante, si se transmiten por herencia no es necesario pagar por dicha ganancia, conociéndose esta situación como ‘plusvalía del muerto’.