Un testamento es un documento oficial que permite a una persona dejar por escrito sus últimas voluntades para que se cumplan una vez se produzca su fallecimiento. En la inmensa mayoría de casos, este documento se realiza con la presencia de un notario y tienen validez oficial.
Sin embargo, también puede darse el caso de personas que fallecen y no han realizado un testamento en vida. En ese caso, la herencia se reparte bajo un procedimiento legal marcado por el Código Civil y guiado por el orden de sucesión.
La tramitación de un testamento conlleva un gasto económico, que oscila entre 40 y 70 euros, según el contenido del mismo. Así, este gasto es considerablemente inferior a los que se debería acometer por parte de herederos en caso de una herencia testamento.
Motivos para hacer testamento
Los expertos en la materia recomiendan realizar testamento en vida antes de que se produzca cualquier enfermedad o accidente. Hay que tener en cuenta que las personas que no se encuentran en plenas facultades mentales no pueden realizar testamento.
En este contexto, los herederos pueden impugnar un testamento por diferentes motivos legales. Uno de ellos consiste en acreditar que el testador no se encontraba en plenas facultades mentales en el momento de su realización.
Una de las ventajas es que el testador puede modificar su testamento tantas veces como desee durante su vida. Es decir, ante diferentes circunstancias imprevistas en su vida puede proceder a modificar el documento oficial inicial.
Por tanto, es recomendable realizar un testamento en cualquier momento de la vida. No es necesario esperar a tener una avanzada edad, contraer matrimonio, tener una enfermedad o un accidente.
Más ventajas
La realización de un testamento es un procedimiento sencillo y realmente económico. Con este documento, cualquier persona puede decidir que pasará con sus propiedades y bienes en el momento de su fallecimiento. Es decir, se asegurará de que se cumplan sus voluntades.
En este sentido, los expertos recomiendan realizar un testamento abierto ante notario. Este profesional tiene la responsabilidad de asesorar sobre las posibilidades de realización del documento, su redacción y la legislación vigente a aplicar. Además, su misión durante la repartición de una herencia es que se cumpla la voluntad del testador.
El contenido de un testamento es secreto, a excepción de para la persona que lo realiza. Así, ninguna persona puede acceder a su contenido hasta su fallecimiento, salvo que el testador lo permita,
Por otra parte, tal y como afirman desde la Fundación Pasqual Maragall, si el testador lo desea puede incluir un legado solidario en su testamento, sin que ello tenga que perjudicar a la herencia legítima de sus correspondientes herederos.
Si una persona desea modificar el testamento que realizó inicialmente, debe volver a citar al notario para que se produzcan las variaciones pertinentes. En cualquier caso, después de su fallecimiento, siempre tendrá lugar el último testamento realizado.