Muchas personas piensan que al hacer testamento pueden dejar toda su herencia a las personas que deseen. Sin embargo, esto no es del todo así, ya que los ciudadanos deben respetar lo que determina el Código Civil español.
La única parte en la que el testador puede disponer con total libertad de su herencia es el tercio de libre disposición. Las otras dos partes son el tercio de la legítima y el tercio de mejora.
En este sentido, el tercio de libre disposición de una herencia es la parte de los bienes que una persona puede dejar a una persona ajena a su familia. Es decir, un amigo, persona que le cuida…etc.
Tercio de libre disposición en el testamento
Si una persona cuenta con herederos forzosos, debe ajustar su herencia a ello. Siempre habrá una parte que corresponda a esos herederos forzosos, como por ejemplo los hijos.
No obstante, si una persona no tiene herederos forzosos, puede disponer de todos sus bienes con total libertad. Sea como fuere, el tercio de libre disposición es una parte fundamental del testamento y la herencia, ya que en este apartado el testador puede beneficiar a la persona que desee.
Cuando una persona quiere dejar parte de su herencia a un extraño, (entendiendo como extraño a un amigo, cuidador, compañero, etc.) es imprescindible que realice testamento en vida.
Un testamento es un documento esencial a través del cual una persona establece su voluntad en relación a la repartición de sus bienes tras su fallecimiento. Como hemos comentado inicialmente, el testador debe respetar ciertos elementos legales a la hora de completar el testamento.
Para nombrar a una persona ‘extraña’ como heredera, se debe fijar este hecho en la parte de libre disposición del testamento. De ahí, la importancia del tercio de libre disposición en las herencias en España.
Si una persona no realiza testamento, la herencia pasará en su totalidad a los herederos forzosos en el orden que determine la ley. Además, si no existiera ningún heredero, los bienes de la persona fallecida podrían pasar a manos del Estado.
Claves del tercio de libre disposición
La parte de la herencia del tercio de libre disposición no se tiene que dejar obligatoriamente a una persona ‘extraña’. Si el testador lo desea, también puede incluir en esta parte del testamento a los herederos forzosos.
Hay que tener en cuenta que una parte de la herencia se debe destinar de forma obligatoria a los herederos forzosos: Tercio de la legítima y tercio de mejora. Así, los herederos forzosos son los siguientes:
- Hijos y descendientes.
- A falta de los anteriores.
- Los padres y ascendientes.
- Persona viuda, en los términos que establece el Código Civil.
- Hermanos y sobrinos.
En definitiva, el tercio de libre disposición es la única parte del testamento en la que el testador puede nombrar como heredero a la persona que considere conveniente. Se puede nombrar como heredero en el tercio de libre disposición a una persona ‘extraña’ o a un heredero forzoso.
Muchas personas utilizan el tercio de libre disposición a favor de su cónyuge, para ofrecerle un beneficio adicional en la herencia. Todo ello se debe formalizar a través de un testamento.
Además, los expertos notarios también recuerdan que en el tercio de libre disposición se puede nombrar como heredera a una asociación u ONG, conociéndose esta acción como testamento solidario.