Cuando una persona fallece sin haber dejado testamento, el reparto de la herencia se vuelve mucho más complejo. Por ello, los profesionales en la materia siempre recomiendan hacer testamento en vida, ya que se evitan muchos inconvenientes.
El reparto de una herencia sin testamento, entre otras cosas, puede generar conflicto entre herederos. Además, los herederos tendrán que afrontar gastos más elevados para poder recibir la herencia en cuestión.
¿Quién tiene derecho a una herencia sin testamento?
A través del testamento, una persona puede establecer cómo se repartirán sus bienes tras su fallecimiento. Además, también podrá determinar entre que personas se distribuirán sus bienes. Todo ello, dentro de los límites legales que establece el Código Civil español.
Sin embargo, cuando una persona fallece sin testamento, el orden de herederos con derecho a recibir la herencia queda determinado por la legislación del Código Civil:
- Descendientes: Hijos y nietos. En caso de que haya varios hijos, todos ellos recibirán la herencia a partes iguales.
- Ascendientes: Si no hay hijos, la herencia pasa a manos de los padres o abuelos del fallecido.
- Cónyuge: La herencia corresponderá al cónyuge si no existen herederos descendientes ni ascendientes.
- Hermanos e hijos de hermanos: En caso de que no exista ninguno de los herederos mencionados anteriormente.
- Parientes colaterales hasta cuarto grado de consanguinidad: Primos hermanos.
En caso de que la persona fallecida no haya hecho testamento y no cuente con ninguno de los herederos mencionados anteriormente, la herencia pasa a manos del Estado. Así se recoge en el Código Civil.
Además, hay que tener en cuenta que cualquier heredero en España tiene derecho a aceptar o rechazar una herencia. La mayoría de herencias que se rechazan son debido a incapacidad para hacer frente a los correspondientes impuestos o por la cantidad de deudas que conlleva la propia herencia.
Claves de una herencia sin testamento
Junto con el orden de herederos, en una herencia sin testamento también es fundamental tener en consideración una serie de aspectos claves. Así, una vez identificados los herederos, es preciso elaborar un inventario con los bienes de la persona fallecida.
En este inventario se tendrán que incluir elementos como propiedades, vehículos, cuentas bancarias, acciones, joyas o cualquier otro activo de interés para los herederos. Del mismo modo, también se deben tener en cuenta las posibles deudas y cargas pendientes por parte de la persona fallecida.
Una herencia en España no solamente está compuesta por bienes, sino que también puede incluir deudas y cargas de la persona fallecida. La herencia se tendrá que aceptar o rechazar en su totalidad. Es decir, no es posible aceptar la parte correspondiente a los bienes y rechazar las deudas.
Por otra parte, los expertos de ‘Idealista’ indican que «la división de una herencia sin testamento debe ser proporcional según la ley y el número de herederos. En casos complicados o si hay desacuerdos entre los herederos, se puede solicitar la intervención de un abogado especializado en derecho sucesorio, que será quien conozca la forma de repartir la herencia conforme a la ley».
Finalmente, para disfrutar de una herencia en España, es obligatorio asumir el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. El importe de este impuesto varía en función de cada Comunidad Autónoma, el grado de parentesco del heredero con la persona fallecida, el valor de la herencia o las circunstancias personales del heredero.