Uno de los tipos de pensión más comunes en España es la pensión de incapacidad permanente, cuyo derecho concede la Seguridad Social a determinadas personas en situaciones especiales, siempre que cumplan una serie de requisitos específicos establecidos previamente.
En este sentido, la pensión de incapacidad permanente forma parte de las prestaciones contributivas habilitadas en el sistema español. Así, se define como «una prestación que se reconoce al trabajador cuando después de haber estado sometido a un tratamiento médico presenta reducciones anatómicas o funcionales graves, las cuales son previsiblemente definitivas disminuyendo o anulando su capacidad laboral».
No obstante, no todas las personas pueden acceder a una pensión contributiva por incapacidad en España. a pesar de acreditar una reducción contratada de las habilidades para desempeñar una determinada profesión. También es conveniente cumplir varios requisitos.
Pensión no contributiva por incapacidad
En esta tesitura, los ciudadanos en España también pueden acceder a la llamada pensión no contributiva de invalidez. Esta prestación está destinada para aquellos trabajadores que no puedan desarrollar una actividad laboral a causa de la incapacidad.
Sin embargo, éstos no tienen el derecho a una prestación contributiva de incapacidad permanente por incumplir determinados requisitos obligatorios, como estar en situación de alta o asimilada; o cumplir el periodo de cotización exigido en función de la edad de la persona solicitante.
En este sentido, la pensión no contributiva por incapacidad pretende dar protección a aquellas personas que tienen reconocida cierta discapacidad y carecen de recursos económicos suficientes para sobrevivir; más allá de si pueden realizar una actividad profesional.
Requisitos y beneficiarios de la pensión no contributiva por incapacidad
Llegados a este punto, es necesario conocer que ciudadanos puedes beneficiarse de esta prestación específica. Así, es una pensión destinada a personas que acreditan una discapacidad de al menos el 65%, residentes en territorio español y carecen de ingresos suficientes para sobrevivir.
Por ello, existe la posibilidad de que una persona que no tenga derecho a percibir la pensión de incapacidad permanente tampoco tenga derecho a recibir la pensión no contributiva por incapacidad; debido al incumplimiento de algunos de los requisitos señalados.
Además, la administración del Estado, establece otra serie de requisitos para acceder a la pensión no contributiva por incapacidad, como presentar carencia de rentas. Cada año el límite económico establecido por el Gobierno suele variar mínimamente.
Y es que hay que tener en cuenta que no solo se estudian la rentas propias de la persona beneficiaria de la prestación, si no el resto de rentas de las personas con las que convive en el ámbito familiar.
En definitiva, las condiciones más importantes para tener derecho a recibir la prestación no contributiva por incapacidad en España son los siguientes:
- Tener entre 18 y 66 años.
- Residir en territorio español y haberlo hecho durante al menos un periodo de cinco años, siendo dos inmediatamente anteriores a la realización de la solicitud.
- Acreditar una discapacidad con grado igual o superior al 65%.
Por último, es necesario matizar que la pensión contributiva y no contributiva de incapacidad permanente no son dos prestaciones cuya principal diferencia sea la exigencia de cotización. Todo lo contrario, sus requisitos de acceso tienen el objetivo de proteger diferentes situaciones en la sociedad.