La competitividad no es un asunto que sólo incumba al deporte. Los alimentos, y también las bebidas, luchan por mantener una receta secreta y diferencial que los ayude a alcanzar el éxito. No se trata de conseguir derrotar al otro, sino ser mejor uno mismo e ir evolucionando en materia de consumo, porque al igual que los empresarios buscan mejorar sus empresas, los consumidores hemos de encontrar el mejor producto posible. Algo así pasa entre Coca-Cola y Pepsi, dos marcas tan distintas como su propio sabor, y claro, los consumidores acaban decantándose por uno u otro.
¿Pero sabías cuál es el nicho de mercado, digamos, de cada una de estas bebidas de refrescos? Las dos buscan ocupar un sitio en los planes alimenticios de quienes toman cola de forma asidua, o puntual. Bien la consuman sola o bien acompañada con otro tipo de alimento o bebida, Coca-Cola y Pepsi siguen dominando este mercado pero ambas tienen a su vez un espacio acotado muy bien definido. Sobre todo por su sabor.
La gran diferencia entre el sabor de Pepsi y Coca-Cola
El periodista Malcom Gladwell, que a su vez es escritor y sociólogo canadiense, contó en su libro «Blink», cual es uno de los secretos mejor guardado de la cola de los refrescos: la procedencia y sobre todo, el sello de identidad de una marca muy globalizada como es Pepsi, que según el autor, «se caracteriza por una explosción de cítrico, a diferencia de Coca-Cola, que sabe más a vainilla y pasas».
¿Qué ocurre con los ingredientes, te preguntarás? Pues el experto Malcom Gladwell sostiene que Pepsi tiene ácido cítrico, que es lo que proviene de frutas, por ejemplo, como el limón o la naranja. Pero la Coca-Cola cambia el ácido cítrico por azúcar, de forma que la Pepsi en el paladar tiene un regusto más intenso.
La clave que explica la diferencia entre consumir Pepsi y Coca-Cola
La carbonatación da cuenta directa de que el primer sorbo que tenemos nos hace percatarnos e identificarnos con el refresco. Si bien tanto Pepsi como Coca-Cola contienen cafeína, aditivos, agua carbonatada y azúcares, Pepsi acaba siendo mucho más dulce.
Pero Coca-Cola, por su parte, tiene más ese final de vainilla fresca, pero ahí está el gran quid de la cuestión, en dicha carbonatación, que es el proceso de disolver dióxido de carbono en agua, y la presencia de ese mismo dióxido de carbono es la que nos permite diferenciar en condiciones entre una bebida y otra.