Las pensiones contributivas de jubilación para amas y amos de casa sólo están al alcance de trabajadores que cumplan una serie de requisitos a la hora de retirarse. Por ejemplo, haber cotizado durante un mínimo de 15 años.
Una barrera que impide a muchas mujeres acceder a este tipo de prestación. Es el caso de aquellas que han trabajado toda su vida pero lo han hecho como amas de casa, atendiendo a las tareas propias del hogar, y por tanto sin aportar cuotas a la Seguridad Social.
Estas personas tienen derecho a una pensión de jubilación, pero del tipo no contributivo. Es decir, las que protegen a quienes nunca han cotizado –o no durante el periodo mínimo exigido- o carecen de los recursos básicos para subsistir. Este tipo de prestaciones pueden ser de jubilación o de invalidez. La primera de ellas garantiza a los ciudadanos mayores de 65 años una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios.
Cómo puedo conseguir la jubilación sin haber cotizado
Para poder acceder a esta pensión no contributiva hay que cumplir con unos requisitos. Además, por supuesto, de tener 65 años, la segunda de las condiciones es que los ingresos anuales de la persona en cuestión sean inferiores a los 5.136,60 euros. En el caso de que se conviva con familiares se cumplirá con el requisito cuando la suma de las rentas de todos los miembros que forman parte de la unidad familiar sea inferior a las cuantías de referencia, situaciones que están especificadas y recogidas y en las tablas del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO).
- Convivencia sólo con su cónyuge y/o parientes consanguíneos de segundo grado:
Nº convivientes €/Año 2 9.415,28 3 13.292,16 4 17.169,04 … … - Si entre los parientes consanguíneos con los que convive se encuentra alguno de sus padres o hijos:
Nº convivientes €/Año 2 23.538,20 3 33.230,40 4 42.922,60 … …
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Específicos de la propia pensión no contributiva de jubilación
- Edad: Tener sesenta y cinco o más años.
- Residencia: Residir en territorio español y haberlo hecho durante un período de diez años, en el período que media entre la fecha de cumplimiento de los dieciséis años y la de devengo de la pensión, de los cuales dos han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud.
Para poder optar a ella, además, la persona en cuestión deberá haber residido en España al menos durante diez años. Una vez obtenida, dicha pensión será vitalicia. En cuanto a la cuantía que se puede cobrar ésta se establece en función de la renta de cada persona y de la que alcanza su unidad familiar. De todas formas, no puede ser inferior a la mínima del 25% de 1.275 euros anuales ni superior a la máxima de 5.130,60 euros anuales.
Unas cifras que, en cualquier caso, pueden parecer bastante reducidas, ya que nunca superan los 400 euros al mes. Al hablar de jubilación estamos hablando de planificar el futuro, de tener presente la necesidades que tendremos cuando llegue el momento del dorado retiro. Las personas encargadas de las tareas domésticas de sus hogares no deben dejar a su pareja la responsabilidad total de sus finanzas futuras, puede ocurrir cualquier cosa que dé al traste con los planes.