“Vamos a proponer que nuestra Constitución se adapte a las necesidades de las personas con discapacidad: cambiaremos el término ‘disminuido’”, así lo ha señalado Pedro Sánchez en la sesión de investidura, en alusión al artículo 49 de la Carta Magna.
Dicho artículo de la Carta Magna dice lo siguiente: “Los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán la atención especializada que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que este Título otorga a todos los ciudadanos”.
Tras unos meses en inactividad en este aspecto, el Gobierno en funciones ha vuelto a retomar su promesa para cambiar el texto de la constitución por un vocabulario más respetuoso para todos. Pedro Sánchez admite que su equipo y él se sienten relegados del texto constitucional.
Uno de los puntos más importantes era la inclusión del sustantivo “personas”, para así abandonar por fin “esa expresión caduca y obsoleta que se refiere a nosotros como un adjetivo”. Sánchez quiere de una vez por todas quitar dicha definición de la Constitución para obviar de esta manera esas connotaciones negativas que ha adquirido en el uso popular.
Por ejemplo, cuando Javier Nazart soltó una barbaridad al referirse como “niños subnormales” a los alumnos con los que trabajaba su mujer, a lo que el presentador del programa, Jesús Cintora, que declaró que él prefiere usar “síndrome de Down” o “personas con discapacidad”, pero Nart no cedió, e incluso se tomó el comentario como una afrenta personal o una corrección.
Por esto y por innumerables casos más, el Gobierno ha decidido eliminar de la Constitución un término que tan solo hace discriminar a un colectivo en vías de inclusión.