Obtener el derecho a recibir una pensión de incapacidad permanente no es un proceso senillo en la mayoría de ocasiones. Y es que no siempre la parte interesada recibe el reconocimiento por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) para cobrar este tipo de prestación.
En este sentido, es necesario aclarar que existen diferentes mecanismos de reclamación en caso de encontrar la negativa por respuesta ante la solicitud de incapacidad permanente. Realmente, existen tres pasos diferentes de reclamación a los que acudir.
El primer paso consiste en establecer una reclamación previa por vía administrativa a la Seguridad Social. Como segunda opción es posible interponer una demanda judicial ante dicha institución y aún cabría un tercer recurso a la potencial resolución judicial.
Reclamación a la Seguridad Social
Antes de acudir a la vía judicial, la parte afectada tiene la posibilidad de presentar una reclamación previa a la Seguridad Social. Dicha reclamación se puede llevar a cabo por la denegación de la incapacidad o por no estar con forme con el grado de invalidez reconocido.

En concreto, los compañeros de ‘CampmanyAbogados’, explican que este proceso de reclamación previa consiste en un nuevo trámite administrativo en el que se solicita al Instituto Nacional de la Seguridad Social que evalúe nuevamente la solicitud inicial.
Ante ello, la Seguridad Social tiene la labor de estudiar nuevamente la situación de la persona solicitante. Si finalmente se produce un cambio de opinión y la resolución es positiva, la persona afectada habrá obtenido el derecho a recibir una incapacidad permanente en el grado establecido.
Sin embargo, cabe la posibilidad de que el INSS vuelva a denegar el derecho a percibir una pensión de incapacidad. En este caso, la única vía posible es la judicial.
Vía judicial para obtener la incapacidad permanente
Acudir a la vía judicial para obtener el derecho a percibir una pensión de incapacidad permanente puede ser un proceso complejo y laborioso. Para ello, es adecuado contar con un equipo de abogados expertos en la materia y partir con altar probabilidades de tener éxito.
Obtener el derecho a recibir una pensión de incapacidad a través de la vía judicial puede alargarse durante años, por lo que también es necesario armarse de paciencia.
En este caso, el procedimiento correcto se basa en el estudio de la situación de la persona de un abogado especialista. Su misión será estudiar los aspectos médicos, jurídicos y periciales, para determinar si es viable llevar la cuestión a los tribunales.
La parte interesada cuenta con un plazo de 30 días hábiles para presentar la demanda en los juzgados, a contar desde la notificación de la resolución de la Reclamación Previa a la Seguridad Social.
Una vez finalizado el proceso judicial pueden ocurrir dos escenarios. Uno de ellos es que la justicia de la razón a la persona afectada y se determine el grado de incapacidad que le corresponda.
Si bien, también puede ocurrir que la parte interesada pierda el juicio. En este caso, todavía cabe la posibilidad de presentar un recurso s la sentencia judicial.
Recurso a la sentencia judicial
Finalmente, desde ‘CampmanyAbogados’ explican que es posible recurrir a la sentencia ante instancias superiores, como el Tribunal Superior de Justica correspondiente o ante el Tribunal Supremo como última instancia.
En cualquier caso, este tipo de procedimientos judiciales siempre se deben desarrollar tras la valoración de un abogado experto en la materia.
Si la primera solicitud de incapacidad permanente es denegada, el trabajador deberá volver a su puesto de trabajo en caso de iniciar un procedimiento judicial contra la Seguridad Social. Si no lo hace podría perder su empleo.