El ajo es uno de esos alimentos que siempre está presente en nuestra vida. Le da sabor a los alimentos, y por ende a nuestras comidas. El ajo es el complemento perfecto para muchas personas que confían no sólo en su sabor tan especial, sino porque a muchos les sienta fenomenal su consumo a todos los niveles. Ocurre que al ser el ajo un alimento recurrente, caemos en la tentación en ocasiones de tomarlo demasiado demasiadas veces.
Define la Real Academia Española (RAE) el ajo como una «planta de la familia de las liliáceas, de 30 a 40 cm de altura, con hojas ensiformes muy estrechas y bohordo con flores pequeñas y blancas. El bulbo es también blanco, redondo y de olor fuerte y se usa mucho como condimento», que es la principal razón por la que queremos abordar ciertas condiciones de este producto.
Por si no lo sabías, el ajo se ha considerado siempre como uno de esos alimentos que se usa tanto para la cocina como para fines completamente medicinales. Eso se debe a las múltiples ventajas que ofrece directamente a nuestro organismo.
¿Por qué debemos consumir ajo de forma habitual?
Ayuda el ajo a nuestro organismo de diferentes formas, todas ellas muy positivas para nuestro cuerpo. Por ejemplo, ayuda el ajo a mejorar el rendimiento físico, por lo que ayuda a reducir el cansancio y la fatiga que podemos padecer después de todo un día liados con mil y una responsabilidades.

También ayuda directamente el ajo al sistema cardiovascular, reduciéndose la posibilidad de contagio de gripe, y la duración del propio resfriado. Por lo que tomar ajo siempre le conviene a nuestro sistema inmunológico. Y hay muchas formas de comerlo, como sabes, cocinándolo de diferente forma, como por ejemplo:
- Sofrito
- Picado
- Majado
- Aplastado
Esta es la principal razón por la que no debemos abusar del ajo
Ahora bien, una cosa es que un alimento como el ajo sea nutritivo y beneficioso para nuestro organismo, y otra que sea un producto del que podamos estar continuamente alimentándonos. Hay una razón que explica que el ajo debe consumirse de manera moderada.
Y es que más allá de que el ajo esté lleno de antioxidantes que ayudan directamente a crecer el organismo a nivel celular, debemos en tener en cuenta si tenemos algún tipo de problema a nivel digestivo, porque sus efectos pueden ser algo fuertes si padecemos de algún tipo de irritación.
Es esa la principal contraindicación de, repetimos, comer demasiado ajo para nuestro organismo. Siempre es bueno tomarlo sin pasarse, pero si nos pasamos, podremos tener problemas de ardor de estómago o pecho, entre otras dolencias menores.