El pleno del Parlamento Europeo va a dar luz verde a la nueva Tarjeta Europea de Discapacidad. Esta nueva medida pretende reforzar los derechos de quienes la posean cuando viajen dentro de la Unión Europea, una iniciativa cuya forma definitiva emanará de las negociaciones que la Eurocámara y los Veintisiete abordarán a final de este mes.
El objetivo de la nueva tarjeta pasa por garantizar a las personas que posean este distintivo que podrán acceder a condiciones especiales y un trato preferente cuando se desplacen por los países de la Unión, por ejemplo en el transporte o al asistir a espectáculos. Debemos de tener en cuenta que esta propuesta fue presentada por la Comisión Europea el pasado otoño.
Para ello, la tarjeta se emitirá en un plazo máximo de 60 días y deberá ser reconocida en toda la Unión Europea como título para acceder a las condiciones especiales de que disfruten ya los nacionales del lugar de destino, en los servicios públicos y privados como en el transporte, eventos culturales, museos, centros deportivos o parques de atracciones.
El carnet será expedido por las autoridades nacionales competentes y completará -o sustituirá– las tarjetas o certificados nacionales existentes, por lo que seguirán siendo las autoridades nacionales las competentes para conceder el estatus de persona con discapacidad.
Sobre la Tarjeta Europea de Discapacidad
La tarjeta servirá para demostrar la condición de discapacidad en todos los países de la UE. Concederá a los titulares de tarjetas una igualdad de acceso a condiciones especiales y a un tratamiento preferencial en cualquier lugar de la UE.
Las condiciones especiales se aplican a la hora de utilizar el transporte público, así como de asistir a actos culturales y acudir a museos, centros deportivos y de ocio, parques de atracciones, etc.

Pueden ofrecerse, por ejemplo, en forma de:
- entrada gratuita;
- tarifas reducidas;
- acceso prioritario;
- asistencia personal;
- ayudas a la movilidad.
La tarjeta europea complementará las tarjetas nacionales de discapacidad que las autoridades nacionales sigan concediendo sobre la base de sus propios criterios.
Si hablamos de la tarjeta europea de estacionamiento, esta deberá ser expedida en un plazo de 30 días aunque los eurodiputados abogan por incluir la opción de solicitar una versión digital disponible en 15 días. La versión mejorada de esta tarjeta garantizará que las personas con discapacidad puedan utilizar plazas de aparcamiento y servicios reservados para ellas en todos los países de la UE.