Viajar a uno de los Paradores de Turismo que ofrece la red oficial, es todo un lujo. Una forma diferente no solo de plantear un viaje, sino de organizarlo y vivirlo. Pues si lo habitual es elegir destino, comprar billetes, hacer el plan y ya por último, ver dónde dormir, este planteamiento invierte toda la fórmula para que lo primero a decidir, sea el alojamiento. ¿El motivo? No hay solo uno.
Los Paradores de Turismo son alojamientos donde todo es especial. Y es que el hotel en sí, suele ser un edificio enfocado a cuidar a los huéspedes. Por este motivo, cuentan con todas las comodidades, multitud de zonas comunes, pueden tener piscina, spa o solárium, y además, tienen un restaurante de gran calidad en el que deleitarse con los platos y productos más característicos de la zona.
Por si esto no fuera ya motivo suficiente para alojarse en ellos, el lugar en el que se encuentran, siempre es particular. Bien por estar en plena naturaleza, formar parte de un conjunto histórico o ubicarse en una ciudad Patrimonio de la Humanidad. Por tanto, viajar alojándose en Paradores de Turismo, es en sí un modo de viaje diferente a cualquiera con el que lo quieras comparar.
Cabe señalar, que la red de Paradores de Turismo cuenta con 98 alojamientos con esta calificación, 97 de los cuales, se encuentran dentro de España. Por tanto, el destino a elegir también puede ser muy variopinto: Desde la costa en el sur, hasta en plena Castilla, el norte más occidental o la parte oriental, sin olvidar las islas. Pero, ¿Dónde se encuentra el único Parador que no está dentro de nuestras fronteras?
PARADORES DE TURISMO SALE DE NUESTRAS FRONTERAS
Solo uno de los 98 Paradores de Turismo de la red oficial, está fuera de España. Pero, ¿Dónde se encuentra? Se trata del Parador Casa da Ínsua, situado en el municipio de Penalva do Costelo, perteneciente a la Región Centro de Portugal. Por tanto, el único parador situado fuera de España, se encuentra en Portugal. Nuestro país vecino alberga este alojamiento ubicado en un edificio histórico del siglo XVIII.
Según explican desde la web oficial de la Red de Paradores de Turismo, el edificio es de estilo barroco, fue construido en la segunda mitad del siglo XVIII, restaurado en 2009 y convertido en Parador en el año 2015. El complejo fue construido por Luis de Alburquerque de Mello Pereira y Cáceres, Hidalgo de la Casa Real y, más tarde, gobernador y capitán general del Estado de Mato Grosso, en Brasil.
El Parador conserva las dos torres originales de su construcción, un enorme patio y la imponente fachada de grandes ventanales. Además, es todo un lujo pasear por sus jardines, donde encontrarás especies botánicas tan raras como bellas. En su interior toda la decoración recuerda a su pasado, con figuras de reconocidos artistas como la fuente del patio, del maestro italiano Nicola Bibaglia; el papel pintado a mano por Gué o las piezas de artillería del período de la Reina María Cristina.
LOS ENCANTOS DEL PARADOR PORTUGUÉS
El Parador Casa de Ínsua, comparte con el resto de Paradores de Turismo que cuenta con el mejor acondicionamiento para mantener su esencia y a la vez, que el huésped esté lo más cómodo posible. En este sentido, desde la Red de Paradores especifican que todas sus habitaciones combinan a la perfección el diseño de la época con los servicios más modernos.
Además, este complejo cuenta con dos piscinas exteriores, sala de lectura y de juegos, gimnasio y capilla. Por si esto fuera poco, el Parador también alberga una granja donde se produce queso y mermelada. Su elaboración es una de las actividades que el huésped puede realizar, junto a una cata de vinos de la Denominación de Origen del Dão.