A pesar de ser la forma de pago más convencional y usada, no contamos con libertad total para realizar pagos con dinero en efectivo. Pagar un producto o servicio con monedas y billetes tiene un máximo establecido por ley. ¿El motivo? De este modo, es más fácil para la Agencia Tributaria controlar el metálico que se mueve en el país. Este control por su parte, responde a uno de los cometidos más importantes de Hacienda: Evitar el fraude fiscal y detectar los casos de negocios ilegales.
No es un secreto, es España cuenta con una gran economía sumergida o economía B. Se trata de un dinero en efectivo con el que se opera al margen de la ley. De este modo, lo que se busca es no pagar impuestos y por tanto, ahorrarse el pago. Por otra parte, al justificar los ingresos a Hacienda, debe acreditarse la procedencia del mismo. Es por ello, que es un buen delator de los negocios irregulares. Pues dinero en efectivo del tráfico de armas o el narcotráfico, son imposibles de declarar como tal. Son estas las razones fundamentales por las que Gobierno y legisladores, trabajan de la mano en este control.
Hacienda prohíbe pagar más de esta cantidad de dinero en efectivo
Precisamente por el control que Hacienda necesita tener sobre el dinero en efectivo, en España cada vez se acota más la normativa fiscal en cuanto al uso de monedas y billetes se refiere. La pregunta es, ¿Acabará esto con el uso del dinero en efectivo? Lo cierto es que existen teorías de todo tipo. Por una parte, parece lógico pensar que estos controles junto a la aparición de métodos de pago más actuales y sencillos de usar, puedan provocar la extinción del metálico. Sin embargo, ya hemos visto como en otros ámbitos, la tecnología ha llegado para complementar perfectamente métodos más convencionales.
Por tanto, solo el tiempo determinará si realmente desaparece esta forma de pago como ha ocurrido en países como Suecia y Canadá, o se mantiene. En cualquier caso, lo que sí ha provocado la aparición de métodos más modernos, es que el Gobierno de España aproveche para ajustar más la legislación. De este modo, si hasta 2021 la cantidad de dinero en efectivo que se podía pagar en una transacción eran 2.500 euros, a partir de julio de ese mismo año, la ley antifraude fijó la cuantía en los 1.000 euros.
Por tanto, nadie puede realizar pagos de una sola vez por más de dicha cantidad. Pero no solo eso, tampoco pueden recibirse dichos pagos. Pues en caso de sanción, esta caería tanto en el pagador como en el pagado. Cabe señalar, que este último ajuste en la cuantía no sentó del todo bien. Pues tanto empresarios como ciudadanos de a pie, han manifestado que hoy en día, 1.000 euros no es una cantidad desorbitada. Es más, el pago de un teléfono móvil o el arreglo de un vehículo, ya puede superar esa cantidad.
Sanción si superar el límite marcado por la ley
Así pues, ninguna persona puede pagar en una sola transacción más de 1.000 euros, de lo contrario, será sancionada. Sin embargo, es conveniente aclarar que sí es posible pagar más de 1.000 euros en efectivo siempre que sean en diferentes productos. Es decir, sí se puede realizar ese gasto en un día, pero siempre, en diferentes transacciones.
Así pues, si no quieres arriesgarte a que la ley te penalice, debes ser muy consciente de dicha cantidad. Pues de lo contrario, podrías recibir una sanción. Y no solo si eres pagador, también si acepta en tu negocio pagos que superen dicha cantidad. Esto debes recordarlo, pues el desconocimiento de la ley no te exime de ella.
Pero, ¿Cuál es la sanción por superar los 1.000 euros en un pago? La respuesta es que depende del importe que se haya pagado. La ley determina que el importe de la multa es lo que resulta al calcular el 25 por ciento de la cantidad que se ha pagado. Por tanto, el importe total depende del dinero en efectivo pagado.