Con tan solo cuatro años a un pequeño chileno con síndrome de Down, le está tocando vivir una situación discriminatoria y abusiva por parte del colegio Highlands Montesorri de Peñalolén (Chile), después de que desde la dirección le recomendarán a sus padres buscar otro colegio.
La cuestión del abandono es que 5º Básico se le iba a hacer «muy difícil seguir ahí». Una decisión cuanto menos sorprendente, y cuyos padres se enteraron mediante una reunión telemática en la que había otros 20 padres más. En ella comunicaron a Andrés Aránguiz de que su hijo de cuatro años con síndrome de Down no tenía cabida en el colegio el próximo curso.
Pese a que el colegio presume en su web de que su filosofía parte de la premisa de que los niños no tienen limitaciones en su capacidad de aprender, que todos progresan y que todos tienen derecho a una educación de calidad, esto demuestra todo lo contrario.
Todas estas premisas no se han cumplido en el caso de este pequeño, quien no es el único niños con capacidades especiales en el centro, que también había contado con anterioridad con un alumno con síndrome de Down y en la actualidad hay uno con asperger.
La Constitución Chile no ampara este tipo de actitudes
El padre del pequeño, que no podrá volver a dicha escuela, piensa que su hijo ha sido discriminado por su condición, algo que no entiende esta actitud y ya ha denunciado esta lamentable situación.
De esta manera, el superintendente de Educación de Chile, Cristián O’Ryan, comunico que «tanto la Constitución como la normativa educacional resguardan el principio de no discriminación arbitraria, por tanto, los colegios que integran a estudiantes con Necesidades Educativas Especiales deben contemplar las normas de convivencia en el respeto a la dignidad física y moral del estudiante y el interés superior del niño o niña».
En este caso, un «buen» colegio como presumía ser el Highlands Montessori de Peñalolén, ha demostrado todo menos eso, privando a un pequeño de poder continuar con su educación junto a los demás de sus compañeros.