Un parto mal gestionado en el año 2015 hizo que un niño naciera con parálisis cerebral, ceguera, epilepsia, sordomudez y grave retraso en el desarrollo psicomotor. Esta mala práctica por parte de los sanitarios llevó a una discapacidad reconocida del 100% por una sentencia del Juzgado de lo Social número dos de Santiago de Compostela, que revocó la decisión administrativa de conceder, inicialmente, una discapacidad del 67%.
Y como consecuencia de todo esto, han condenado a una aseguradora a tener que pagar la mayor indemnización de España. Todo comenzó el 1 de julio de 2015, cuando una mujer de 36 años ingresó en el hospital privado Rosaleda de Santiago de Compostela para dar a luz a su segundo hijo. Su embarazo había transcurrido sin complicaciones, por lo que no esperaba problemas. Sin embargo, pocas horas después de su llegada, los monitores que registraban las constantes vitales del bebé empezaron a mostrar valores anómalos que se volvieron peligrosos con el tiempo, lo que requirió una intervención inmediata.
Una mala prática conllevó una discapacidad del 100%
Cuando fracasaron tanto la inducción al parto como el intento de parto natural, una obstetra del complejo hospitalario privado de Santiago decidió utilizar una ventosa. Sin embargo, este método también falló, por lo que finalmente se realizó una cesárea que resultó tardía.
Cipriano Castreje, el abogado que llevó el caso, explicó a Europa Press que debido a «un retraso en la intervención quirúrgica necesaria«, se produjo «una hipoxia intraparto«, una lesión en el feto o recién nacido causada por la falta de oxígeno en los tejidos, sangre o células.
«A pesar de que el registro cardiotocográfico indicaba hipoxia y en algunos momentos llegó a ser ominoso, no se tomó en cuenta», señaló el abogado. Añadió que, «debido al retraso en realizar una cesárea que estaba indicada mucho antes, el niño nació con parálisis cerebral espástica, ceguera total, epilepsia, sordomudez, retraso mental y múltiples discapacidades severas«. Como resultado, el bebé tuvo que pasar 84 días en cuidados intensivos.
Una gran indemnización
La demanda recorrió varias instancias judiciales hasta que, finalmente, la magistrada del Juzgado de Primera Instancia Número Uno de Santiago de Compostela condenó el 21 de mayo de 2024 a la aseguradora Segurcaixa Adeslas a pagar más de 12.900.000 euros por negligencia médica. Esta indemnización fue considerada «la más alta concedida hasta la fecha en España por un caso de esta naturaleza», según señaló la magistrada. Además, la magistrada destacó la falta de colaboración de la aseguradora, por lo que aplicó los intereses por mora a la multa millonaria.
A pesar de calificar la sentencia como «histórica», Cipriano Castreje lamentó en su cuenta de Facebook la lentitud del proceso judicial: «Debe haber cambios legislativos para que una familia no tenga que rogar por justicia y asumir los riesgos que deberían asumir quienes causaron el daño».