¿Qué ocurre cuando se anula un testamento?

Un testamento puede anularse por diferentes causas, teniendo consecuencias directas en la repartición de la herencia

Nulidad de testamento./ Foto de Canva

En determinadas situaciones, la legislación permite anular un testamento que estaba dispuesto para la repartición de una herencia. Las principales causas por las que se puede anular un testamento es que se haya redactado de forma incorrecta, excluido a un heredero forzoso sin justificación o que el testador haya suscrito el documento sin encontrarse en plenas facultades mentales para ello.

La nulidad del testamento puede forzar a que se pierda la validez del mismo. Así, los expertos de ‘Testamento, Herencias y Sucesiones‘ explican que este procedimiento no se puede confundir con la revocación del testamento.

Así, la revocación del testamento se produce cuando el testador presenta un nuevo documento que invalida al anterior. Es decir, se actualiza el testamento realizado inicialmente y se produce una invalidez del anterior. En cualquier caso, este proceso no debe confundirse con la nulidad de un testamento.

Consecuencias de la nulidad del testamento

Cuando un testamento se declara nulo por parte de una autoridad judicial, tiene una consecuencia directa sobre la herencia. Concretamente, no se reparte la herencia de acuerdo a cómo se había establecido en dicho testamento. Así, el proceso de herencia se lleva a cabo como si no se hubiese realizado un testamento. Es decir, la herencia se distribuye a las personas contempladas por el Código Civil en función del orden de sucesión.

Nulidad de testamento./ Foto de Canva
Nulidad de testamento./ Foto de Canva

Hay que tener en cuenta que este documento se puede anular de forma total o parcial. Cuando la nulidad del testamento es total, ninguna parte del mismo tiene validez legal. En los casos que se produce una nulidad parcial, el resto del documento sigue teniendo validez para el proceso de repartición de la herencia.

Procedimiento de nulidad

El procedimiento de nulidad de un testamento siempre debe llevarse a cabo a través de vía judicial. La parte interesada debe solicitar a un Juez la nulidad total o parcial del documento. Si bien, hay que asegurarse que el testamento puede ser revocado, algo que no siempre puede llevarse a cabo. Así, los herederos o albaceas disponen de un plazo de 15 años tras la muerte del testador para solicitar la nulidad.

Hay que tener en cuenta que el testamento es un documento oficial que tiene como objetivo que una persona disponga de sus bienes como desea tras su fallecimiento. Por todo ello, es fundamental que dicho documento se realice bajo la normativa de la legislación y se redacte de manera correcta según los criterios básicos. Así, resulta clave que la redacción del mismo cuente con el asesoramiento de un profesional para evitar que se pueda producir una futura nulidad por errores en la redacción del documento.

Por otra parte, el Código Civil marca una serie de personas que no son aptas para realizar un testamento. Entre ellas, destacan las personas menores de 14 años y las personas que no se encuentran en plenas facultades para llevar a cabo un documento de estas características. Es responsabilidad del notario cerciorarse de que la persona en cuestión está en condiciones para realizar un testamento.

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