El Instituto de Mayores y Servicios Sociales, conocido como IMSERSO, ha hablado sobre sus objetivos y línea de actuación para 2023, que fueron fijados el pasado 22 de marzo en un Consejo General. Una de las claves va a estar en hacer balance de los tres años de legislatura. Otra será culminar las ideas que se marco este Gobierno, a pesar del impacto de la pandemia del coronavirus. Y es que, a pesar de ello, el IMSERSO superó las dificultades sin dejar de cumplir con objetivos muy relevantes e incorporando otros nuevos. Todo ello para favorecer a las personas mayores, así como a las que tienen discapacidad o están en situación de dependencia.
Desde el IMSERSO más que de objetivos hablan de prioridades y retos que consideran estratégicos para el año 2023. En este sentido se va a llevar a cabo un seguimiento del desarrollo de los objetivos y líneas de actuación que se han marcado en las reuniones mensuales de la Comisión Ejecutiva del IMSERSO, así como en las reuniones trimestrales de su Consejo General.
Con respecto a los beneficios del IMSERSO, 2023 es un año que tiene una doble vertiente:
- Ya se puede hacer balance de actividad durante los tres años de ciclo del Gobierno y de los retos ya abordados
- Fijarse las prioridades para culminar en 2023 algunos de los desafíos que formaban parte de los planteados desde el inicio de la Legislatura.
Balance de los últimos tres años
Si hacemos referencia al balance de la presente legislatura, último tres años, el IMSERSO superó las dificultades sin dejar de cumplir con objetivos muy relevantes e incorporando otros nuevos. Hay que recordar que entre medio estuvo la pandemia del coronavirus.
Un dato concreto, como es el del incremento presupuestario global del IMSERSO, denota el enorme esfuerzo que se ha ido produciendo en algunas de las políticas públicas que gestiona el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 al que está adscrito el organismo. De los 4.500 millones de euros presupuestados para el Instituto en 2020 se ha pasado a 6.758 millones de euros presupuestados para 2023.
Esto supone un incremento del 50% y sin precedentes que viene dado fundamentalmente por:
- Aumentos en las cuantías de las pensiones no contributivas
- Decidido impulso en la financiación del Sistema para la Autonomía Personal y la atención a la Dependencia
Obviamente este incremento de recursos también lleva aparejado el desafío de incrementar los ritmos y volumen de la gestión y de los procesos.
En el plano organizativo, respecto a los procesos de soporte sustentados principalmente por la Secretaría General y la Subdirección General de Análisis Presupuestario y Gestión Financiera, se han acometido diversas medidas respecto a reposición e incrementos de personal con ofertas de empleo público, convocatoria de estabilización de personal y otros procedimientos que permitan mantener con la debida solvencia los altos niveles de actividad, afrontando al tiempo las numerosísimas bajas por jubilación y cubriendo las vacantes de forma estable.
Culminar el proceso en 2023
Como es obvio, estos procesos son largos en el tiempo. Además, se debe de recordar que se venía de una dinámica de congelación, pero es precisamente en 2023 cuando van a culminarse en muchos casos. De esta forma se va a permitir avanzar en todas las áreas del organismo sin olvidar las constantes necesidades de personal en los centros con atención directa. Por ejemplo, la nueva licitación de los viajes del IMSERSO, ya recogida en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En cuanto a la gestión de los recursos económicos y financieros y otros procesos y medios de apoyo como las tecnologías de la información, una vez finalizado el proceso de regularizaciones necesarias en materia contractual, se han mejorado y concretado los procedimientos, se eliminarán trámites, ya que se han producido avances en agilidad y trazabilidad.
Además, se han integrado infraestructuras, herramientas y utilidades para permitir el teletrabajo en coordinación con la Secretaría General. Con ello nos encontramos con una larga lista de mejoras que, si bien no percibidos externamente a primera vista, representan una inversión y esfuerzos considerables para aumentar la capacidad de la Agencia para hacer frente a la administración normal y los nuevos desafíos.
Desde el IMSERSO aseguran que el 2023 debe cerrarse con una institución más transparente, eficiente y modernizado.
Otros objetivos para 2023
El impacto de la actividad del IMSERSO hacia el exterior, es decir, respecto a los productos, servicios y prestaciones que provee a la AGE, a otras instituciones y a la ciudadanía, son reseñables para 2023, la culminación de reformas y mejoras derivadas del Plan de Choque en Dependencia y el soporte a las estrategias de cuidados o de desinstitucionalización en el marco de la UE.
A la esperada culminación de procedimientos normativos abiertos se une la sistematización y ordenación de la ya muy profusa documentación (informes y estadísticas) que están siendo ‐por calidad y transparencia‐ seña de identidad del IMSERSO. Toca ordenar y poner en valor todos estos trabajos.
Además, en el año 2023, se debe culminar sin duda, la implementación del cambio de modelo en la atención en los centros propios del IMSERSO. Este proceso es muy importante y conlleva planificar de forma participada reformas estructurales. Para ello se deberá de incorporar de paradigmas nuevos, propios de la AICP y de la desinstitucionalización. Además, deberá seguir apostando por la accesibilidad y por convertirse en auténtica referencia.
Este proceso de cambio profundo ‐plenamente alineado con las estrategias europea, nacional y territorial- requiere de la participación de todas las personas.