Notarios informan sobre la importancia de nombrar un albacea en tu testamento

El albacea es una figura que nombra el testador en el testamento y que juega un papel fundamental durante la distribución de la herencia

Importancia del albacea en el testamento./ Licencia Adobe Stock

A la hora de realizar un testamento, encontramos diferentes figuras importantes, como el testador, el albacea o el notario. Posteriormente, también aparecen otros personajes claves, como los herederos a los que les corresponde recibir la herencia.

Hacer testamento es importante, ya que cualquier persona se puede asegurar de que se cumple su voluntad tras su fallecimiento. Además, también se garantiza que se cumplan una serie de pautas respecto a nuestra herencia.

Representantes de ‘UNICEF’ argumentan que «siempre es conveniente otorgar testamento pues, de lo contrario, será la ley quien decidirá el orden y la forma de suceder, pudiendo ser totalmente contraria a los deseos del fallecido».

La figura del albacea en el testamento

El albacea es una figura importante en el proceso de otorgar un testamento. Será el testador el encargado de nombrar al albacea. Así, el albacea puede ser muy importante de cara a la distribución de la herencia.

Importancia del albacea en el testamento
Importancia del albacea en el testamento./ Licencia Adobe Stock

Entre otras cosas, el albacea tiene la función de asegurar el cumplimiento de la última voluntad del testador y custodiar y proteger su patrimonio hasta que se haga efectiva su adjudicación entre sus herederos. Por ello, hablamos de una figura relevante en el proceso de otorgamiento del testamento.

Al respecto, notarios expertos manifiestan que «la figura del albacea puede ser muy relevante en la herencia y reportar grandes beneficios a quien la utiliza, sobre todo en herencias complejas en las que hay un patrimonio muy importante o/y numerosos herederos y legatarios».

Cualquier persona física mayor de edad puede ser albacea. Eso sí, es importante que el albacea se encuentre en plenas facultades mentales. Así, el testador tiene la opción de nombrar albacea a la persona que crea conveniente.

En cualquier caso, es recomendable que el albacea sea una persona de confianza del testador. Además, lo ideal es que dicha persona sea experta o tenga conocimientos jurídicos suficientes para desempeñar las funciones propias del albacea.

Más detalles sobre el albacea

Cualquier testador tiene la posibilidad legal de nombrar a uno o varios albaceas. Además, a través del testamento, el testador podrá otorgarles tantas funciones como crea conveniente.

En este sentido, desde ‘UNICEF’ comentan que «el albacea puede llegar a tener poderes absolutos sobre la masa hereditaria, interviniendo, incluso, en la venta y realización de los bienes para su posterior reparto y adjudicación a los herederos».

Teniendo en cuenta todo lo expuesto anteriormente, podemos resaltar la importancia de la figura del albacea en el testamento y en la posterior distribución de la herencia. De este modo, el testador debe analizar con detenimiento a qué persona nombrará como albacea.

Según las funciones otorgadas, el Código Civil español distingue entre dos tipos de albacea que se pueden nombrar en un testamento:

Otro aspecto que se debe tener en cuenta es que el albacea es un cargo voluntario. Por tanto, si una persona es nombrada albacea y no quiere ostentar ese cargo, podrá renunciar dentro de los plazos establecidos por la legislación.

Como conclusión, desde ‘UNICEF’ indican que «el albaceazgo es un cargo gratuito (salvo en algunos derechos forales) ello, sin perjuicio del derecho que les asiste para cobrar lo que les corresponda por los trabajos de partición u otros facultativos».

No obstante, algunos testadores suelen establecer una remuneración específica para la persona a la que nombra como albacea. Dicha remuneración se deja por escrito, habitualmente, en el propio testamento.

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