La mejor forma de planificar el destino de los bienes, derechos y obligaciones, que constituyen la herencia de una persona tras su fallecimiento, es acudir al notario para otorgar un testamento. Y aunque este acto no es obligatorio, puede evitar muchos problemas en el futuro entre los familiares. Por tanto, un primer consejo para planificar una herencia es que se haga testamento.
Pero, ¿Cuáles son los motivos que llevan a una persona a acudir a un notario para otorgar testamento? Hay muchos motivos que determinan que una persona comparezca ante un notario para otorgar un testamento. Sin embargo, hay una que es mayoritaria: el deseo de evitar problemas entre los herederos a la hora de proceder a la partición y adjudicación de su herencia.
A pesar de ser objetivo fundamental, en muchísimas ocasiones el testador, a pesar de que puede estar asesorado por un abogado o incluso por el notario, comete una serie de errores, que al final suponen que ese objetivo que le ha impulsado a otorgar el testamento, no se cumpla. Pero, ¿Cuál es la mejor forma de planificar una herencia? ¿De qué manera debe hacerse un testamento para evitar problemas familiares?
NO COMETAS ERRORES A LA HORA DE PLANIFICAR UNA HERENCIA
En el reparto de una herencia de una familia compuesta por un matrimonio con hijos, es bastante común, que se aconseje que la primera cláusula del testamento, sobre todo en personas casadas, sea el legado del usufructo universal y vitalicio de toda su herencia a su cónyuge.
De esta forma, el cónyuge superviviente tendrá garantizado vivir en la vivienda familiar el resto de sus días. Circunstancia importantísima especialmente para las personas mayores. Además, de este modo se garantiza los ingresos procedentes del patrimonio del causante, puesto que su derecho será el de uso y disfrute mientras viva, lo que supondrá por ejemplo, que pueda proceder al arrendamiento de un bien y al cobro de sus rentas.
Sin embargo, es muy frecuente que a pesar de las advertencias del notario, el testador proceda a instituir herederos a partes iguales a todos sus hijos, no siendo esta la mejor forma de evitar los problemas entre los mismos a la hora de repartir la herencia. Pues en muchas ocasiones, además de dejar al cónyuge desprotegido, las relaciones paterno-filiales no son iguales con todos los hijos. Además de que la situación económica de estos, no es la misma.
EL REPARTO DE LA HERENCIA ENTRE LOS HIJOS
Es un hecho que las relaciones de los padres no son iguales con todos los hijos. Incluso en ocasiones, hay con algunos con los que la relación se deteriora con los años. También existe la circunstancia de que alguno de los hijos tenga una situación económica más precaria que otros. Para todos estos supuestos, el testamento es una buena herramienta de repartir la herencia de la forma más equitativa.
Por este motivo, los notarios aconsejan en muchas ocasiones al testador que obre según su criterio y voluntad real a la hora de mejorar a alguno o algunos de sus herederos. Sin embargo, a pesar de este consejo, muchos testadores entienden que esto puede suponer problemas entre sus herederos o incluso que sus hijos, pueden terminar teniendo un mal concepto sobre él.
Finalmente, muchos notarios y abogados aconsejan, con el mismo objetivo de evitar problemas futuros, individualizar los bienes que le dejan a cada uno de los herederos. Pues adjudicar bienes compartidos entre varios herederos, también es una circunstancia que puede enfrentar a los herederos cuando el testador fallezca. Por tanto, cuanto más concreto y conciso es el reparto, menos problemas habrá.