El cambio de hora es uno de los factores que los ciudadanos más acusamos cada año. Tanto es así, que España se divide entre la opinión de las personas que están acostumbrados a estos cambios y no necesitan otro tipo de regulación, y los que acusan que cambiar la hora dos veces al año, les causa muchos perjuicios tanto a nivel personal como a nivel organizativo. Pues aunque solo se trata de adelantar o atrasar una hora, sí que es un tema que siempre está a debate.
¿El motivo? Pues tanto a favor como en contra, los argumentos son múltiples y diversos. Entre los que están en contra del cambio de hora, el más repetido es que realmente esta medida que se supone que está establecida para aprovechar más las horas del día, no da este resultado. Es decir, no supone un gran ahorro en cuanto a energía se refiere y por tanto, esta no es excusa para llevar a cabo este cambio.
También como argumento en contra se defiende la idea de que desestabiliza la rutina. De hecho, hay estudios que acreditan que este tipo de desajuste es perjudicial para el ser humano. Pues aunque se trate de solo mover una hora, las consecuencias se notan negativamente en el cuerpo. De este modo, es habitual que los días posteriores al cambio, las personas noten más cansancio, que descansan peor o incluso una cierta desgana o desmotivación en general, cuyos efectos se pasan una vez el cuerpo vuelve a acostumbrarse.
En el lado opuesto, realmente no hay muchas voces que estén a favor del cambio de hora. Más bien, existe un sector de la población que manifiesta que realmente les da igual, que se trata de mover solo una hora y que por tanto, están habituados a que esto suceda así. No obstante, este debate sigue en pie y desde las administraciones, continuamente se nos insinúa que este cambio llegará pronto a su fin, pero, ¿Es realmente así?
La determinación del Gobierno en cuanto al cambio de hora
Aunque continuamente se escuchan voces acerca del fin del cambio de hora, lo cierto es que en el Boletín Oficial del Estado (BOE), están ya publicados los cambios que se van a llevar a cabo hasta 2026. Es decir, aunque este debate se ha llevado incluso hasta instancias europeas, los países miembros determinaron seguir con el mismo modo de operar al menos hasta 2026.
En otras palabras, sigue sin haber acuerdo sobre el cambio estacional y la propuesta de fijar una hora definitiva. Tanto es así, que el Ministerio de la Presidencia fijó en 2022 ya las fechas tanto de los cambios de invierno, como de verano, desde dicho año y hasta 2026. Esto significa, que al menos hasta dicho año, vamos a seguir sufriendo los cambios de hora. Sin embargo, lo que ocurra en adelante, sí está en el aire, pues como hemos comentado, cada vez son más las voces que basándose en los efectos negativos que tiene para la salud, piden el horario fijo.
En base a esta normativa ya fijada, podemos afirmar que los próximos cambios de verano serán en las siguientes fechas:
- 2024: domingo, 31 de marzo.
- 2025: domingo, 30 de marzo.
- 2026: domingo, 29 de marzo.
En cuanto a los cambios de invierno:
- 2024: domingo, 27 de octubre.
- 2025: domingo, 26 de octubre.
- 2026: domingo, 25 de octubre.
¿Por qué no vamos a notar el cambio de hora?
Como hemos señalado, el cambio de hora sí va a existir. De hecho, está previsto para la madrugada del domingo 31 de marzo, concretamente, a las 02:00 AM serán las 03:00 AM, por tanto, dormiremos 60 minutos menos. A pesar de esto, hay diversos factores naturales que hacen indicar, que apenas vamos a notar este cambio.
En primer lugar, como cada año, los días se van haciendo cada vez más largos, esto significa, que cuando llegue el momento, el cambio será casi naturalizado. Sin embargo, la diferencia con años anteriores, es que debido al cambio climático, los inviernos cada vez son más cortos y menos fríos en España. Por este motivo, cuando llegue el horario de verano, ya llevaremos bastante tiempo con un clima primaveral, por lo que adaptarse a una rutina con una hora de diferencia, puede pasar más desapercibido.