Los espetos de sardina durante los meses ‘sin R’, el campero y una cervecita bien fría en el paseo marítimo son algunas de las señas de identidad más populares de la gastronomía de Málaga. Sin embargo, la ciudad también se ha posicionado como un referente en el sector de los dulces, donde numerosos obradores ya compiten por elaborar el mejor postre de la capital de la Costa del Sol. Y como no podía ser de otra manera, los ciudadanos y turistas son los grandes beneficiados, además de catadores por excelencia.
La emblemática y señorial Calle Larios de Málaga dispone de algunos de los mejores sititos donde poder probar estos dulces; sin embargo, en los barrios cercanos al casco histórico también se sitúan establecimientos hosteleros que elaboran sus propios postres para endulzar a los malagueños, como lo llevan haciendo durante décadas. Desde el clásico Roscón de Reyes en Navidad hasta las denominadas ‘locas’, uno de los bollos más típicos de Málaga.
Dulces «de toda la vida»
La pastelería Peinado se ha hecho notar en redes sociales por el contenido que muestra en sus vídeos, pero lo cierto es que, entre los malagueños, ya es un lugar de referencia a la hora de ir a comprar dulces y postres que transportan a los recuerdos de juegos y patios de colegio con amigos. Así, Juan, encargado de este establecimiento, anuncia que todo lo que sale de su obrador son elaboraciones «de toda la vida«, un concepto que lo ha hecho propio como marca de identidad y que le ha elevado a ser uno de los referentes de los postres «de la infancia» con tamaños XXL y a menos de tres euros en Málaga.
En los vídeos que muestra Peinado se puede observar una gran cantidad y variedad de bollería que, según comentan, combina lo tradicional con la innovación para lograr el «auténtico sabor de Málaga«. Y es una buena metáfora, ya que la ciudad también es un referente tecnológico e innovador, situándose como motor económico nacional y recibiendo a miles de turistas a través del encanto que tiene cada rincón de la capital.
Por tanto, tal y como muestra el propio hostelero, entre sus productos más famosos se encuentran las cuñas gigantes rellenas de crema, nutella o kinder; berlinas con distintos rellenos como el pistacho; cañas de chocolate, bizcochos de yogur griego con mermelada de frambuesa, chocolate o mango; y donuts repletos de glaseado. Pero no nos podemos olvidar de las ‘locas’, uno de los dulces favoritos de los ciudadanos, ni del roscón de Reyes, disponible durante todo el año por 2,75 euros.
30 años elaborando dulces para Málaga
Juan lleva más de 30 años elaborando los dulces «de toda la vida» de Málaga, por lo que ha conocido a generaciones y generaciones de familias que siguen confiando en su trabajo a la hora de decantarse por las distintas ofertas que tiene la ciudad. De hecho, la pastelería Peinado se ha hecho un hueco en plataformas digitales, donde, debido a su gran público, ya acumula miles de visitas y visualizaciones.
El secreto, según revelan, es el cariño y la dedicación para trabajar en un sector tan complejo y competitivo como la hostelería. Sin embargo, el sabor de estos bollos permite a sus clientes transportarse a «su infancia» en cada bocado. De hecho, los comentarios en redes no cesan: «cada donut es mejor que el anterior», indican los malagueños sobre este postre, que tiene un precio de 1,25 euros.
Asimismo, destacan el sabor y la variedad de tipos de las berlinas, que pueden disfrutarse por entre 1,75 y 1,95 euros, por lo que el precio también es una de las ventajas competitivas de este sector. En consecuencia, se deduce que lejos de la Calle Larios y del casco histórico, Málaga cuenta con auténticos maestros de la repostería, donde, además, los costes son considerablemente inferiores.