Los espacios, itinerarios o elementos accesibles, son aquéllos que consideran la diversidad de sus usuarios en cuanto a dimensiones, edad, habilidad, fuerza y otras características, al ajustarse a las necesidades y limitaciones humanas en función de su edad, movilidad reducida temporal o permanente, dificultades de comunicación, etc, consiguiendo una mejora de la calidad de vida de todos sus usuarios a través de la accesibilidad. De esta manera, son resistentes a las diferentes fases de la vida. Por eso vamos a hablar de los diferentes niveles o grados de accesibilidad.
• Adaptados:
Son aquéllos que se ajustan a los requerimientos funcionales y dimensionales que garantizan su utilización, autónoma y con comodidad, a las personas de movilidad o comunicación reducida o con cualquier otra limitación.
• Practicables:
Son aquéllos que, sin ajustarse a los requerimientos anteriormente mencionados, no impiden su utilización autónoma, pero con suficiente confort para las personas con movilidad y/o comunicación reducida o con cualquier otra limitación.
• Visitables:
Son aquéllos que, sin ajustarse a los anteriores requerimientos, ello no impide su utilización puntual, de forma autónoma o con una mínima ayuda de terceros, a personas de movilidad y/o comunicación reducida o con cualquier otra limitación.
• Convertibles:
Son aquéllos que con intervenciones sencillas, de escasa entidad y bajo coste, sin afectar a su configuración esencial, pueden transformarse en Practicables o Visitables.
• Inaccesibles:
Son aquellos espacios, itinerarios o elementos que no permiten a personas con movilidad y/o comunicación reducida, o con cualquier otra limitación, su utilización de forma autónoma ni con una mínima ayuda de otras personas.