Murcia apuesta por la inclusión de las personas con discapacidad en todos los ámbitos. Por ello, desde la Escuela de Formación e Innovación de la Administración Pública (EFIAP) de la Consejería de Economía, Hacienda y Administración Digital se ha realizado en el primer semestre de este año cuatro ediciones del curso ‘Lengua de signos Española básico’ en el que se han formado 80 empleados públicos de las distintas administraciones que prestan sus servicios en la Región de Murcia.
El objetivo de estos cursos es sensibilizar de la problemática de las barreras de comunicación. Para ello, se deben de conocer las características de este colectivo. Para posteriormente, iniciar en el conocimiento de la Lengua de Signos Española.
Se trata de una de las acciones formativas más longevas de las que se imparten por la Administración regional. Que cuenta con más de 20 años en la programación, y que sigue contando con una alta demanda por parte de los funcionarios.
Además, la valoración que realizan los alumnos al finalizar el curso muy alta, logrando en varias ediciones la puntuación máxima, diez puntos.
«Prestar el mejor servicio a los ciudadanos» con la lengua de signos
La directora general de Función Pública, Carmen María Zamora, ha indicado que «tratamos de dar a los empleados públicos una formación de excelencia para prestar el mejor servicio a los ciudadanos. Este es el caso de este curso, que año a año sigue contando con una alta demanda. Además, el profesorado que los imparte cada año trabaja para seguir mejorando los contenidos y la formación que realizan».
Un ejemplo de este trabajo de mejora son los materiales que diseñan y que fueron premiados por el Instituto Nacional de Administraciones Públicas. Estos materiales didácticos cuentan con más de 260.000 visualizaciones en YouTube y en la web de la EFIAP.
La Lengua de Signos es una lengua natural de carácter visual, gestual y espacial con gramática propia que reúne todas las características y cumple las mismas funciones que cualquier otra lengua.
Está reconocida mediante la ley estatal 27/2007 por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas.