La CNSE, Confederación Estatal de Personas Sordas, ha presentado los resultados de la ‘Encuesta sobre Salud Integral y Mujeres Sordas’. Un documento que, según concluye la entidad, revela una dejación de las necesidades de este colectivo en lo que a atención sanitaria se refiere. En este sentido, recoge que las mujeres sordas aseguran no ir al médico por miedo a no poder comunicarse.
Además, evidencia cómo afecta al cuidado de su salud el hecho de ser mujeres y de ser personas sordas.
Falta de accesibilidad
Las principales denuncias que han marcado las personas sordas a la hora de realizar la encuesta son:
- Falta de accesibilidad de los servicios sanitarios
- Ausencia de lengua de signos y subtitulado en las campañas informativas y de prevención de la salud
- Desconocimiento del personal acerca de la comunidad sorda y su diversidad
Estas barreras, según explican, comienzan en las salas de espera. Allí se apuesta por la instalación de pantallas que avisen de forma visual a las y los pacientes sordos, en detrimento de la megafonía. Sin embargo, es la interacción con el personal sanitario lo que más les inquieta, sobre todo a raíz del uso de mascarillas.
De hecho, un 20% ha declarado sentirse nerviosas y angustiadas ante este tipo de situaciones; mientras que un 15% ha mostrado su determinación de no acudir al médico alegando como razón principal la dificultad que encuentran en la comunicación con su doctor/a.
«Nos preocupa que, al no poder acceder en condiciones de igualdad a la atención sanitaria, se ponga en peligro su salud, su vida, o la de un ser querido a su cargo». Así lo ha manifestado la presidenta de la CNSE, Concha Díaz.
La mitad de las personas sordas usan interprete de lengua de signos para comunicarse con el personal sanitario
Y es que, aunque más de la mitad de las encuestadas (un 50,23%) recurre habitualmente a la figura del intérprete de lengua de signos para garantizar una comunicación fluida y efectiva con el personal sanitario, la mayoría afirma que, en ocasiones, se han visto obligadas a comunicarse con su médico/a de:
- Forma oral
- Leyendo los labios
- Por escrito
- A través de amigos y familiares
A ello se suma que un 6% confiesa que firma los textos escritos y consentimientos informados que les entregan sin estar seguras de lo que pone, ya sea por no contar con intérpretes o porque no se permite a estos/as entrar en la consulta.
Al respecto, Concha Díaz ha advertido a Sanidad de la importancia de contar en todo momento tanto con intérpretes como con mediadores/a en centros de salud y hospitales, así como que las y los profesionales sanitarios sepan cómo comunicarse con las personas sordas.: “No se nos puede excluir del ejercicio de un derecho fundamental como es el derecho a la salud”.
Dificultades en la gestión sociosanitaria
Otro de los datos que se desprenden de la encuesta es la dificultad que presenta para las participantes gestionar sus citas médicas y las de sus familiares, ya que muchos de estos servicios funcionan a través de llamadas telefónicas. Como resultado, un 26.8% ha apuntado que les resulta imposible y deben recurrir a un familiar oyente para acometer esta tarea.
En este sentido, la presidenta de la CNSE ha recordado que existen soluciones eficaces para garantizar la accesibilidad de los servicios públicos de atención, como es el caso del servicio de videointerpretación para personas sordas SVIsual: “Durante este tiempo de pandemia, SVIsual ha sido determinante a la hora de acceder a la información, a la comunicación y a una atención adaptada a nuestras necesidades”.
Ser mujer, una barrera más
Por otro lado, la encuesta ha permitido corroborar la discriminación a la que se han visto sometidas sus participantes por el hecho de ser mujeres. Al ser preguntadas sobre los trastornos relacionados con la salud femenina (menopausia, dolores menstruales, bultos en el pecho, fatiga emocional, etc.) un 41% ha manifestado que no se las atiende adecuadamente, y en casi la mitad de los casos, no se sienten escuchadas y vuelven a casa sin solucionar su problema.
Además, denuncian violencia obstétrica, abandono de su salud mental y falta de información preventiva. En concreto, un 35% de las encuestadas afirma que no conoce las campañas de salud de los organismos públicos, cuestión a la que en nada contribuye la falta de accesibilidad que caracteriza a estas campañas, y que tal y como ha apuntado Concha Díaz, solo las entidades del movimiento asociativo CNSE se han esforzado por paliar. “Estas campañas de información y prevención deben incorporar lengua de signos y subtitulado para que las mujeres sordas puedan ser partícipes de ellas”.
Datos generales de la encuesta
La ‘Encuesta sobre Salud Integral y Mujeres Sordas’ ha sido elaborada por el área de Igualdad de Género de la CNSE en colaboración con las federaciones autonómicas que conforman su red asociativa. Asimismo, ha contado con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales a través de la asignación tributaria del 0,7% del IRPF, y de la Fundación ONCE. Para su elaboración, la entidad ha contado con una muestra de 151 mujeres sordas de entre 18 y 65 años con distintas situaciones socioeconómicas.
A través de un cuestionario y de entrevistas personales, las participantes han sido preguntadas por su situación actual y personal; sus cargas familiares; sus vivencias en la gestión administrativa de la salud; los prejuicios a los que se ha enfrentado por parte del personal sociosanitario; o las repercusiones que ha tenido en ellas la pandemia, lo que ha permitido identificar cuáles son las necesidades de las mujeres sordas en el ámbito de la salud, recoger sus expectativas en materia de accesibilidad al sistema sanitario, y proponer posibles actuaciones que contribuyan a mejorar la atención que reciben.