Cada 22 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Igualad Salarial. En este sentido, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y la Fundación CERMI Mujeres, ha aprovechado esta efeméride para hablar sobre la preocupante situación laboral de las mujeres con discapacidad en España. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que la brecha salarial y la precariedad laboral continúan siendo barreras estructurales que agravan la desigualdad.
Desde hace 14 años en España se conmemora el Día de la Igualdad Salarial. Un día que sirve de marco para visibilizar que las mujeres y los hombres no perciben el mismo salario por realizar los mismos trabajos o actividades de igual valor. Los expertos aseguran que la desigualdad salarial es una forma de manifestación de la discriminación estructural que viven las mujeres.
Las mujeres con discapacidad cobran 8.710 euros menos que los hombres
Los datos reflejan que, en 2022, la brecha salarial entre hombres y mujeres con discapacidad alcanzó el 8,89 %, con una diferencia de 2.039,50 euros menos en el salario medio anual bruto de las mujeres. En comparación con las mujeres sin discapacidad, esta brecha se eleva al 14,62 %, lo que se traduce en 3.562,40 euros menos de salario anual.
La situación es aún más grave al comparar con los hombres sin discapacidad, donde la brecha se dispara hasta el 39,52 %, representando una diferencia de 8.710,20 euros anuales. Este dato refleja una desigualdad estructural grave, ya que combina la discriminación por género y discapacidad, limitando significativamente las oportunidades económicas y la autonomía financiera de estas mujeres. Además, este porcentaje no ha mostrado mejoras significativas en los últimos años, lo que indica una falta de medidas eficaces para cerrar esta brecha.
La participación de las mujeres con discapacidad en el mercado laboral: asignatura pendiente
El informe también señala que la participación de las mujeres con discapacidad en el mercado laboral sigue siendo una asignatura pendiente. En 2023, la tasa de actividad de las mujeres con discapacidad fue del 35,1 %, muy por debajo del 73,9 % registrado en mujeres sin discapacidad. La tasa de empleo de las mujeres con discapacidad se situó en un 28,3 %, frente al 63,7 % de sus homólogas sin discapacidad, mientras que la tasa de desempleo alcanzó el 19,4 %.
El acceso a contratos indefinidos sigue siendo más limitado para las mujeres con discapacidad en comparación con los hombres con discapacidad y con la población sin discapacidad. En 2023, el número de contratos indefinidos para mujeres con discapacidad se situó en 5.590, frente a los 7.449,9 de las mujeres sin discapacidad. Además, la tendencia en la contratación a tiempo parcial es mayor en mujeres con discapacidad, consolidando un modelo de empleo precario y de menor remuneración.
Desde el movimiento CERMI se insta a las Administraciones públicas y al sector privado a adoptar medidas eficaces para cerrar la brecha salarial y mejorar la inserción laboral de las mujeres con discapacidad. Entre las medidas propuestas, destacan el refuerzo de políticas activas de empleo, incentivos a la contratación indefinida, planes de igualdad inclusivos y un mayor control del cumplimiento de la normativa en igualdad retributiva.