Una mujer de 38 años ha conseguido el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente total tras varios años de lucha contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia de Baleares le ha dado la razón.
El reconocimiento de una incapacidad permanente total implica el derecho a cobrar una pensión con una cuantía equivalente al 55% de la base reguladora del trabajador. Si la persona beneficiaria tiene más de 55 años y está en paro, el importe de la pensión es equivalente al 75% de la base reguladora.
Incapacidad permanente por una caída de las escaleras
La protagonista de este caso trabajaba como auxiliar en una clínica dental hasta hace tres años. Esta trabajadora, tal y como informan los compañeros de ‘Diario de Ibiza’, sufrió una caída por las escaleras que cambiaría su vida para siempre.
Entre otras lesiones, sufrió una fractura en el calcáneo del pie derecho. Así, se trata de una lesión grave que le generó limitaciones a la hora de adoptar diferentes posiciones, para caminar por terreno irregular o para subir y bajar escaleras de forma repetida. Y es que la lesión le provocó malposición de superficies articulares.
Debido a esta situación, la trabajadora optó por solicitar una incapacidad permanente. Sin embargo, la Seguridad Social le denegó inicialmente esta solicitud, a pesar de los informes médicos presentados por parte de la persona solicitante.
Hay que tener en cuenta que esta mujer sigue un tratamiento crónico con analgésicos y necesita usar plantillas ortopédicas para caminar. De forma paralela a esta situación, la trabajadora también presenta un trastorno ansioso depresivo.
Pensión de incapacidad total de 1.070 euros al mes
La trabajadora inició de forma pertinente la correspondiente solicitud de incapacidad permanente por la vía administrativa. Para ello, alegó ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social que presentaba secuelas físicas como consecuencia de la caída sufrida por las escaleras.
Desde la Seguridad Social consideraron que las secuelas físicas que presentaba la mujer solo le influían en caso de caminar por superficies irregulares o deslizantes, o en caso de verse obligada a subir y bajar escaleras de manera constante. En este sentido, desde el INSS entendían que estas circunstancias no se producían en su ámbito de la clínica dental.
Ante la solicitud denegada, la mujer decidió llevar su caso a la vía judicial. Así, el Juzgado de lo Social Número 1 de Ibiza le dio la razón a la mujer, reconociendo una pensión de incapacidad permanente total.
Con este reconocimiento, a la trabajadora le quedó una incapacidad permanente total con una cuantía equivalente a 1.070 euros. Al tener 38 años, la cuantía de esta pensión de incapacidad permanente total derivada de accidente no laboral es equivalente al 55% de la base reguladora.
Sin embargo, el INSS decidió presentar un recurso, llevando el caso al Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB). Finalmente, el TSJB ha ratificado la sentencia y confirma el derecho de esta trabajadora a cobrar una pensión de incapacidad permanente total.
Se trata de un nuevo caso real que pone de manifiesto la complejidad a la que se enfrentan muchos trabajadores en España para conseguir el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente. Son muchas las personas que necesitan acudir a la vía judicial y luchar durante varios años para obtener definitivamente la pensión de incapacidad.