Diego Redondo Roig ha fallecido y ha dejado un dolor enorme en el municipio del Port de Sagunt. El pequeño, de 11 años, llevaba años de lucha diaria por intentar salir adelante tras la grave lesión cerebral que sufrió con apenas año y medio a raíz de un fatídico atragantamiento.
Su localidad se volcó durante años para ayudar a su familia y que ésta pudiera darle al pequeño los mejores tratamientos.
«Sufrió un paro cardiaco mientras dormía. Estaba de campamento en Gandía y no se despertó», señalaba Juan Carlos Redondo, padre del pequeño, a Levante-EMV.
Además, el pequeño Diego Redondo se encontraba ya vacunado del Covid-19, siendo uno de los primeros niños en recibirlas. «La idea era que fuera al campamento para estar con otros niños… Le pasó allí pero podía haberle pasado en casa», decía Juan Carlos Redondo.
«Se ha ido el guerrero. Ahora ya descansa en paz y solo podemos quedarnos con lo bueno, que es el apoyo que hemos recibido de tantísima gente», añadía el padre de Diego Redondo Roig.
En los últimos años, Diego había mejorado su calidad de vida gracias a las terapias contra su discapacidad que había recibido en distintos lugares de España e incluso en Tailandia.
«Sin la gente hubiera sido imposible. Solo puedo dar las gracias a todo el mundo por los tapones recogidos, los eventos, los monólogos, la ayuda de David Navarro, de Manuel Carrasco, de los bomberos, las peñas, las fallas, el ayuntamiento…», agregaba Juan Carlos Redondo.