España está firmado un muy buen papel en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. La delegación suma ya 27 medallas y se encuentra a tan solo cuatro de igualar el resultado de Río de Janeiro 2016, algo por lo que el presidente del Comité Paralímpico Español (CPE), Miguel Carballeda, reconoce que están «muy, muy satisfechos».
Todo ello a pesar del «acojonamiento» que tenían al inicio de los Juegos Paralímpicos por la incertidumbre sobre cómo estaban el resto de países. Y es que el Covid-19 lo trastocó todo y el aplazamiento, para un año después, dejaba esa opción de duda.
«Las medallas van coincidiendo un poco con las previsiones, pero os aseguro que teníamos acojonamiento», señalaba Miguel Carballeda. «Cuando empezamos nos sabíamos como vendría el resto de países porque no teníamos excesiva información», señalaba.
El dirigente del CPE celebró haber «acertado con las concentraciones en las cinco ‘burbujas'». Todo ello con el objetivo de «asegurar que todos los deportistas estuvieran aquí, que era lo más importante».
«Estar a cuatro medallas a falta de cinco jornadas para igualar la marca de Río hace que estemos muy, muy satisfechos porque siempre temes que haya alguna debacle», afirmó Miguel Carballeda.
Además, recalcaba que «aunque haya habido algún bajón en algún deporte, el conjunto del equipo les va a dar una alegría».
De todos modos, aclaró que «detrás de las medallas hay tantas cosas importantes». Para ello pone el ejemplo a Ricardo Ten y su «pundonor» por querer seguir en la contrarreloj del martes pese a caerse tras sufrir un desvanecimiento por el calor.
«Eso dice mucho. El deporte es eso, representar a este país es eso y más en estos momentos en los que la gente lo está pasando y lo pasa mal por la pandemia. Ese es el mensaje», subrayó Miguel Carballeda.
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«No ha habido cuestionamiento» sobre Teresa Perales
Por otro lado, tras las palabras del otro día de Teresa Perales tras ganar su vigesimoséptima medalla paralímpica asegurando que había gente que le había recomendado que no fuese lesionada a Tokio, dejó claro que «no ha habido cuestionamiento» a la aragonesa. «Me ha dicho que va a dar todo lo que esté en su capacidad y corazón para obtener una medalla e igualar a Michael Phelps, que suena bien, y luego nos quedará París», indicó.
«Desde el CPE se habló con ella para tener todas la precauciones para que no hiciésemos algo indebido porque te puedes cargar un hombro para siempre y porque nuestra obligación es ayudar en estas cuestiones. Afortunadamente, tiene un equipo médico detrás que ya había planificado la operación de su hombro tras los Juegos», añadió.
Acompañado por el presidente del CSD, José Manuel Franco, Miguel Carballeda resaltó que lleva toda su vida «pidiendo para toda la gente con discapacidad», y dio las gracias al dirigente por estar acompañándoles y por una «implicación que no es nueva». «Encontramos en el camino gente que lo entiende mejor y otra a la que le cuesta, que son las barreras mentales, que son las peores», explicó.
«Hay otros que quedan muy bien ante los medios, pero cuando hay necesidad miran hacia otro lado y esto ahora no ha ocurrido. Nos han aumentado los presupuestos de forma extraordinaria cuando las cosas no están sobradas y vamos paso a paso. Pero no es sólo cuestión de dinero, sino de dignidad e igualdad de trato, y en París será un momento idóneo para la igualdad plena, pero ahora vamos dando pasos adecuadamente», subrayó el presidente del CPE.
La dificultad de encontrar un relevo joven
Miguel Carballeda insistió en que les «ha costado muchísimo ir convenciendo a mucha gente» y que el deporte, «algo hermoso», les sirve de «ayuda para cambiar cosas y enviar un mensaje desde los Juegos», mientras que no escondió que «no es fácil» conseguir sacar gente joven.
«Pedirles entrenar cinco o seis horas en algo específico se está haciendo difícil y cada vez que sale un joven tratar de aprovecharlo y tener un futuro mejor. Este martes tuvimos cuatro medallistas nuevos, personas de futuro que van a conseguir que el deporte paralímpico siga manteniendo ese espíritu», puntualizó.
En este sentido, cree que los Equipos de Promesas «están funcionando perfectamente». «Pero queremos hacer más, trabajar con las comunidades para que se cuiden estas cuestiones, pero algunas cosas están muy, muy difíciles y me preocupa que para Pekín (Juegos de Invierno) nos estamos quedando sin deportistas y tenemos que intentar sacar chavales muy jovencitos del móvil y del ordenador y ayudarles a aprender a bajar 100 km/h por una montaña. No es fácil, pero estamos en ello», remarcó.