Son muchas las personas que al comienzo del año se proponen ahorrar una determinada cantidad de dinero, ya sea para obtener un colchón económico ante imprevistos, realizar un viaje, llevar a cabo una reforma o comprar un coche. Los objetivos de ahorro son muy numerosos y dependen de cada ahorrador.
En este sentido, existe una gran variedad de métodos que permiten ahorrar a lo largo de todo un año. Lo recomendable es que cada persona opte por el mecanismo que más sencillo le parezca a la hora de ahorrar.
Por ello, en esta ocasión, vamos a hablar del método SMART. Se trata de una herramienta de planificación que también se puede extrapolar al ahorro económico doméstico.
¿En qué consiste el método SMART?
El método SMART es un sistema que se utiliza, principalmente, en el mundo empresarial. No obstante, al tratarse de un método de planificación, también ofrece grandes resultados en el ahorro.
Concretamente, el método SMART responde a 5 criterios que se corresponden con las letras que componen el acrónimo ‘SMART’: Specific (Específico), Measurable (Medible), Achievable (Alcanzable), Relevant (Relevante) y Timely (Temporales).
El primer criterio es ‘específico’. Es decir, se debe marcar un objetivo personal de ahorro concreto. Para este paso, el usuario debe marcarse una cifra objetivo de ahorro a lo largo de un determinado periodo de tiempo. Igualmente, también debe fijarse el propósito al que irá destinado el dinero.
Un segundo criterio es ‘medible’. Sobre ello, los expertos de ‘Mapfre’ explican que «ahora hay que garantizar que estos objetivos sean cuantificables. Esto se puede lograr determinando una suma precisa de dinero que se pretende ahorrar dentro de un período de tiempo designado. Por ejemplo, con el objetivo de ahorrar 200 euros cada mes en el transcurso de un año».
Claves para ahorrar con el método SMART
Seguidamente, es necesario tener en cuenta el tercer criterio del método ‘SMART’, que consiste en ‘alcanzable’. Esto significa que es indispensable que los objetivos marcados sean alcanzables. Fijar objetivos demasiado ambiciosos pueden provocar frustración y dejar de ahorrar en la mitad del camino recorrido.
El cuarto criterio es ‘relevante’. Los expertos aclaran que es fundamental que exista una razón de motivación que ayude a ahorrar sin esfuerzo cada mes. Sea cual sea el propósito del ahorro, debe tener suficiente fuerza para no decaer en el intento. Además, es importante que la persona que lleve a cabo el ahorro esté concienciada de ello.
Por último, está el criterio temporales. Es decir, el mecanismo para ahorrar se encuentra sujeto a un periodo de tiempo específico. Para lograr cualquier objetivo, es necesario tener una fecha de referencia.
Sobre este último criterio, los expertos de ‘Mapfre’ argumentan que «si tenemos un plazo determinado para lograr nuestra meta, dispondremos de la motivación necesaria para trabajar seriamente para conseguir tal cometido. En el caso contrario seremos susceptibles de posponer el final del proyecto con el riesgo de que nunca lo terminemos».
Siguiendo este sistema es posible ahorrar una buena cantidad de dinero de forma mensual. Así, un elemento clave para establecer una planificación de ahorro se centra en los ingresos mensuales que recibe cada persona. A partir de ahí, solamente es preciso seguir cada criterio del método SMART y tener la motivación adecuada para conseguir los objetivos.