En España, cerca de 100.00 personas tienen dificultades para salir de sus hogares, un motivo más que evidente para que las comunidades de vecinos se pongan manos a la obra en hacer accesible los edificios. A pesar de que desde 2017 están obligadas por ley a garantizar el uso de las zonas comunes para todas las personas, el 87% de los edificios de viviendas españolas necesita mejorar su accesibilidad, porque los datos apuntan, siete años después, que la situación no ha mejorado.
Para Stannah, fabricante líder mundial en soluciones de movilidad, las comunidades de propietarios deben realizar con urgencia los cambios necesarios para asegurar la accesibilidad universal. «Deben aunar sus esfuerzos en trabajar para mejorar la accesibilidad en el ámbito privado, es una cuestión inapelable. No se puede tolerar que haya personas que no puedan salir de sus viviendas por la deficiente adaptación de sus edificios a sus necesidades», declara Alberto Badás, marketing manager de la compañía en España.
3 medidas urgentes para mejorar la accesibilidad de tu comunidad de vecinos
Las personas con movilidad reducida ven disminuir su calidad de vida debido a la falta de concienciación sobre la eliminación de barreras arquitectónicas y es preocupante que, personas con esta discapacidad, hayan tenido que abandonar sus hogares por falta de accesibilidad. Para poner remedio a esta situación, los expertos de Stannah España han reunido algunas de las claves para hacer más accesible los edificios:
- Salvar desniveles. Uno de los principales problemas que impiden una correcta accesibilidad física son los escalones y las escaleras. Existen diversas fórmulas para evitarlos, y cada una de ellas adaptada para un entorno específico. Por ejemplo, las zonas exteriores como el portal que suelen contar con pequeños peldaños, las rampas se convierten en una buena solución, siempre y cuando no estén demasiado inclinadas y cuenten con barandillas para facilitar el apoyo. Para aquellos espacios que cuenten con más de un piso o varios escalones, es preferible optar por ascensores, sillas salvaescaleras y elevadores, como el nuevo Uplift de Stannah, soluciones que están pensadas para comunicar cualquier espacio común dentro de la comunidad de vecinos de forma independiente.
- Adaptar los accesos. Es importante que las puertas de entrada a la urbanización y el portal, así como a los espacios comunes, tengan la anchura suficiente para que se pueda permitir el paso de sillas de ruedas y andadores sin dificultar el acceso a la persona que lo utiliza. Igualmente, se debe prestar atención a la instalación de agarres cerca de las puertas que sirvan como apoyo para personas con movilidad reducida.
- Ampliar zonas de maniobra. Yendo más allá, los portales, pasillos o los propios caminos dentro de la urbanización deben contar con una anchura suficiente que permita a las personas maniobrar con sillas de ruedas o andadores. Esto aportará libertad a todas las personas sin excepción. Además, es importante contar con un firme liso y poco resbaladizo tanto en las zonas de interior de la comunidad como en las que se encuentran en el exterior para evitar así tropiezos y caídas.
“Estas mejoras no solo aumentan la accesibilidad, sino que mejoran la calidad de vida de todos los vecinos, haciendo de la comunidad un lugar inclusivo y seguro. La instalación de soluciones como ascensores, rampas, plataformas, sillas salvaescaleras permiten conseguir la igualdad en el uso de los espacios comunes y acceso al hogar”, concluye Alberto Badás.