El testamento es el acto mediante el cual, una persona puede dejar establecido lo que quiere que ocurra con su herencia cuando ya no esté. De hecho, es la única herramienta legal que permite a los ciudadanos en España dejar de forma oficial, un documento en el que se exprese lo que quiere que ocurra con todos los bienes, derechos y obligaciones, que no se extingan con la muerte de una persona, además, de establecer a los herederos a quienes quiere dejar dicha herencia.
Se trata de un acto que para que sea oficial, debe cumplir una serie de requisitos, de lo contrario, podría declararse nulo llegado el momento. Sin embargo, a pesar de su importancia, en España no es obligatorio realizar un testamento. De hecho, son muchas las personas que desconocen de la importancia de realizar este acto. Por tanto, quien lo hace, es porque tiene algún objetivo claro. Entre los más comunes está el de evitar conflictos familiares o proteger a una determinada persona.
Hacer o no hacer testamento
Son muchas las personas que se preguntan si realmente es importante hacer testamento. Pues en realidad, para qué van a realizar este acto si llegado el momento, el reparto de la herencia se va a solucionar igualmente. Y en parte, es cierto. La legislación española cuenta con las herramientas suficientes como para llevar a cabo el reparto de la herencia. De hecho, el Código Civil establece que en caso de no existir testamento, la herencia será repartida en partes iguales entre los herederos forzosos.
Los herederos forzosos son además, las personas que sí o sí deben recibir parte de la herencia. Esto significa, que por lo general, serán los únicos herederos en caso de no existir testamento, pero si este existe, igualmente deben recibir parte de la masa hereditaria. Y es que se trata de las personas que la ley protege para que no puedan dejar fuera de este reparto, salvo que por causas justificadas, queden desheredados. Lo cual también sería mediante testamento.
Pero, ¿Quiénes son los herederos forzosos? El artículo 807 del Código Civil establece que son herederos forzosos:
- En primer lugar, los hijos y descendientes respecto de sus padres y ascendientes.
- A falta de los anteriores, los padres y ascendientes respecto de sus hijos y descendientes.
- El viudo o viuda en la forma y medida que establece este Código.
Con todo lo anterior, muchas personas tienen la duda de si es conveniente hacer testamento o no. Lo cierto es que se trata de una decisión personal, que solo el propio individuo puede decidir. No obstante, la práctica jurídica demuestra que hacer testamento efectivamente evita muchos conflictos familiares en el futuro, y les ahorra malos momentos a los herederos. Además, de que con este documento se puede establecer el reparto deseado por el interesado.
¿Qué pasa si me arrepiento de lo expuesto en el testamento?
Existe la falsa creencia de que lo mejor es esperar lo máximo posible para hacer testamento, por si en algún momento nos arrepentimos. Bien es cierto, que además de lo difícil que es de por sí ponerse en la tesitura de repartir tu herencia para cuando ya no estés, pensar que esa decisión es tan crucial, puede suponer un cierto agobio.
Sin embargo, es importante recalcar, que el testamento no es definitivo hasta que el testador fallece. Esto significa, que el testador puede cambiar este documento las veces que considere oportuno durante su vida, y que en el único momento en que dejará de poder cambiarse, será cuando fallezca, puesto que nadie cuenta con la potestad para hacerlo.
De hecho, una persona puede haber hecho todos los testamentos que haya querido durante su vida, que aún así, una vez fallece, el único que tiene validez es el último. Por tanto, si quieres hacer testamento, que el hecho de que pueda ser definitivo no sea una traba, porque mientras la persona viva, podrá cambiar de opinión las veces que estime oportuno.