La mayoría de los desempleados con discapacidad cree que no encontrará trabajo en 2022

Durante los últimos años, el proceso de inclusión laboral de las personas con discapacidad ha experimentado un notable avance

El desempleo o paro sigue siendo una quiste en la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad. Así lo recoge el último estudio realizado por la Fundación Adecco, donde se recoge que la mayoría de los desempleados con discapacidad (65%) cree que no encontrará trabajo en 2022.

Y es que la crisis de la Covid-19 ha tenido un impacto económico y social sin precedentes, que ha intensificado el riesgo de exclusión de aquellos que ya atravesaban dificultades antes de la pandemia.

En el caso de las personas con discapacidad, además de ser víctimas de la emergencia sanitaria o de la destrucción de empleo, han visto cómo los cimientos de su plena inclusión se han tambaleado, en un contexto en el que ha prevalecido una gran preocupación y una rotunda prioridad a nivel mundial: la erradicación del virus.

A finales de 2020, el primer informe Discapacidad y expectativas para el nuevo año, realizado por la Fundación Adecco y CHM Obras e Infraestructuras, arrojaba un sentimiento mayoritario entre las personas con discapacidad: el 70% opinaba que estábamos ante una década perdida en términos de inclusión en la que no habría progreso, ya que el distanciamiento social y la crisis económica no ayudarían a normalizar la presencia de las personas con discapacidad en la sociedad y en el mercado laboral.

Sin plena inclusión de las personas con discapacidad

Hoy, a punto de finalizar el año inmediatamente posterior al estallido del coronavirus, y con las secuelas de la Covid aún muy presentes, una conclusión parece clara: aunque lo más crudo de la crisis económica parece haber llegado a su fin, el mercado laboral pospandemia sigue sin ofrecer a las personas con discapacidad las garantías suficientes para afrontar su plena inclusión.

En este marco, creen que es necesario fomentar las iniciativas de sensibilización y de empoderamiento para avanzar, de forma decidida, hacia este gran reto. La Fundación Adecco y CHM Obras e Infraestructuras presentan el segundo informe Discapacidad y expectativas para el nuevo año, cuyas conclusiones se basan en una encuesta a 350 personas con discapacidad residentes en diferentes comunidades autónomas.

Luces y sombras: grandes avances pero muchos retos por delante

Durante los últimos años, el proceso de inclusión laboral de las personas con discapacidad ha experimentado un notable avance, arrojando muchas y crecientes luces. En primer lugar, cabe señalar que las cifras de contratación se han incrementado un 82,4% con respecto a hace 10 años, según el SEPE: si entre enero y noviembre de 2011 las personas con discapacidad rubricaron 57 634 contratos, en el mismo periodo de este año se han registrado 105 106.

tramite discapacidad baleares

Cabe señalar que la contratación de personas con discapacidad había encadenado 7 años consecutivos de incrementos que quedaron abruptamente interrumpidos por la pandemia: el año 2020 se cerró con un descenso interanual del 26% en el número de contratos, según las estadísticas oficiales. En lo que llevamos de 2021, las cifras se han recuperado notablemente (+32%) pero continúan siendo un 4% inferiores a las registradas en tiempos prepandemia.

La tasa de paro con tendencia descendente

Mientras, la tasa de paro ha seguido una tendencia descendente, situándose en 22,2%, un porcentaje alto, pero que representa el valor mínimo de toda la serie histórica.

Sin embargo, junto a estas luces también se levantan múltiples sombras, que dan cuenta de los grandes retos que aún hay por delante. En concreto, resulta llamativa la exigua participación de las personas con discapacidad en el mercado laboral, con una tasa de actividad del 34,3%. En otras palabras, el 65,7% de las que tienen edad laboral no tiene empleo ni lo busca, un porcentaje que ha permanecido estancado durante el último lustro.

Por otra parte, también llama la atención la escasa penetración de las personas con discapacidad en la empresa ordinaria, es decir, en entornos de trabajo normalizados. Actualmente, más de tres cuartas partes de los contratos a personas con discapacidad (75%) se suscriben en el ámbito protegido (Centros Especiales de Empleo), una cifra que supera en más de 10 puntos porcentuales a la de hace una década (64%).

En busca de una nueva meta

Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “Sin negar que los CEE son un eslabón necesario en el proceso de inclusión, durante los últimos años se están consolidando como una medida finalista, en lugar de constituir un elemento transitorio, tal como establece la legislación. Por ello, es fundamental establecer indicadores cuantificables de tránsito hacia la empresa ordinaria, que es el lugar donde la inclusión se produce en su máximo exponente. La nueva normalidad que hoy vivimos, tras la etapa más dura de la pandemia, resulta un punto de inflexión idóneo para proponerse esta nueva meta”.

Asimismo y, aunque la transformación digital -acelerada por la Covid-19 -, ha impulsado el ámbito online como vehículo para visibilizar y normalizar la discapacidad, ha evidenciado, al mismo tiempo, la necesidad de adquirir nuevas competencias y habilidades. Siendo las personas con discapacidad uno de los segmentos más afectados por la brecha digital, durante los próximos años resultará vital dotarles de las competencias digitales necesarias para que estén mejor preparados para superar los periodos de crisis y conectar con los nichos de empleo emergentes.

Otro de los grandes retos es, en esta línea, estimular la participación de las personas con discapacidad en la esfera universitaria, donde a pesar de haber duplicado su presencia en la última década, continúan infrarrepresentadas y apenas alcanzan el 1,5% del total del alumnado. En el curso académico 2020-2021, un total de 23 851 personas con discapacidad estudiaron en universidades españolas, frente a los 12 755 del curso 2011-2012, según datos de la Fundación Universia.

En palabras de Mesonero: “Para dar respuesta a estos desafíos, la colaboración público-privada y las políticas activas de empleo van a constituir dos grandes ejes para prosperar como sociedad y no dejar a nadie atrás, alineados con la Agenda 2030”.

Desconfianza en el mercado laboral pos-Covid-19

El contexto de la nueva normalidad se antoja hostil para la mayor parte de las personas con discapacidad, en términos profesionales. Así, es reseñable que más de 6 de cada 10 desempleados (65%) no confía en el mercado laboral del próximo año y cree que no encontrará trabajo estable en 2022, en un escenario pospandemia en el que las personas con discapacidad se toparán con dificultades adicionales.

En este sentido, opinan que fenómenos como la digitalización, la automatización de puestos de trabajo, la crisis que aún afecta a muchas empresas o los requisitos cada vez más exigentes de las ofertas de empleo, dificultarán a las personas con discapacidad competir en el mercado del año venidero.

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