Por todos es sabido que el jamón es uno de los alimentos más beneficiosos que podemos incluir en la dieta, incluso si queremos reducir la grasa y el peso corporal. Sin embargo, tal y como ocurre con otros muchos productos de origen natural, este se vende de muchos tipos distintos. Así, dos de los que más se consumen en España son el jamón serrano y el jamón ibérico. Pero pocas personas conocen las diferencias principales entre ellos, así como cuál es el más saludable que recomiendan comer frecuentemente los nutricionistas.
El ibérico es un tipo de jamón con denominación de origen. Este se obtiene de cerdos de raza ibérica, autóctona de España, al cual se le alimenta durante su vida con una dieta especial muy restrictiva. En este caso, el cerdo ibérico come piensos ricos en ácidos oléicos. Por lo que el jamón ibérico es uno de los más saludables para controlar el colesterol.
Por su parte, el serrano es el jamón que se extrae de un cerdo blanco el cual se puede encontrar en otros países. Además, este no se alimenta de bellotas exclusivamente, por lo que el sabor de la carne resultante y la calidad tampoco es la misma.
Diferencias entre el jamón serrano y el jamón ibérico: ¿cuál es más saludable?
Además de que el jamón ibérico se extrae de cerdos con denominación de origen española y se alimentan en la dehesa de los montes de la zona occidental andaluza, existen otras diferencias sustanciales entre el serrano y el ibérico.
Por ejemplo, el jamón serrano no tiene tantas proteínas como el ibérico. Ya que en su proceso de elaboración no ha absorbido genéticamente todos los beneficios de la alimentación que sí han recibido los cerdos ibéricos. Así, se puede decir que este último engorda más porque aporta más calorías y grasas, pero también cuenta una gran cantidad de vitaminas y proteínas que no tiene el serrano.
Por otro lado, como hemos dicho anteriormente, el jamón ibérico es un producto que se elabora a partir de cerdos de pura raza que han sido alimentados con piensos ricos en ácidos oleicos, mientras que el serrano no. Lo cual repercute directamente sobre el sabor de la carne, así como en su valor nutricional.
Sabiendo todo esto, si estás a dieta de adelgazamiento o simplemente quieres mejorar tu alimentación, cualquiera de ellos es muy saludable para ti. Ahora bien, el jamón ibérico es más saciante, nutritivo, rico en proteínas, grasas ‘buenas’ para controlar el colesterol y muchas otras cosas más. Por lo que sin duda, es uno de los alimentos con denominación de origen de España que recomiendan los nutricionistas.