Los Paradores de Turismo se han convertido en los últimos tiempos en una de las principales demandas de turismo nacional. De hecho, en 2022 firmó el mejor año de su historia si atendemos a los ingresos, superando por primera vez la barrera de los 300 millones de euros. Para 2023 tiene el objetivo de superar dicha cifra. Uno de los grandes atractivos con los que cuentas esta cadena hotelera es con que algunos de sus establecimientos son auténticos monumentos, como es el caso del Parador de Ávila.
Desde la dirección de Paradores de Turismo, su presidente, Pedro Saura, ha indicado que se trabaja para seguir mejorando la satisfacción de los clientes en estos alojamientos, que se destacan por encontrarse en espacios maravillosos como pueden ser palacios o castillos en plena naturaleza, siendo considerados algunos de ellos como Bien de Interés Cultural (BIC).
El Parador de Ávila, el más antiguo de todos
Paradores de Turismo cuenta con casi una centena de establecimientos repartidos por España, siendo el más longevo el de Ávila, que se sitúa en el antiguo Palacio de Piedras Albas. Este es un palacio del siglo XVI situado en el casco histórico de la ciudad. Además, cuenta con unas vistas monumentales a las murallas.
Con respecto a su interior, este alojamiento es intimista y acogedor, con habitaciones amplias, perfectas para descansar, y el comedor con vistas al jardín y a la muralla a través de un patio acristalado. Por todo ello, desde la web de Paradores lo definen como un lugar majestuoso, acorde con muchos de los edificios que encontrarás en una ciudad que es Patrimonio Cultural Mundial.
En Ávila tendrás la oportunidad de perderte por las calles de su casco histórico, pasear por el adarve de la muralla y visitar la primera catedral gótica de España. Allí podrás contemplar el impresionante retablo de Pedro Berruguete. Otra opción para disfrutar de la naturaleza es la visita al Parque Nacional de la Sierra de Gredos, a una hora de distancia.
Sobre el Parador de Ávila
Desde la web de Paradores de Turismo señalan que este hotel está rodeado de jardines y en ellos puede visitarse la colección arqueológica compuesta de sarcófagos, pilas bautismales y un verraco del siglo V antes de Cristo.
Con respecto al restaurante podrá disfrutar de platos de la cocina tradicional castellana como el cochinillo asado, un chuletón de ternera, los pucheretes teresianos, las judías de El Barco o las deliciosas yemas de Santa Teresa. Además, como informan desde la web oficial, el Parador celebra una vez al año unas Jornadas Gastronómicas de las Judías del Barco.
De hecho, desde Paradores de Turismo señalan que el carácter histórico del edificio hace que su acceso peatonal presente algunas dificultades. Por tal motivo, si la persona presenta algún problema de movilidad, se recomienda que se ponga en contacto con el propio alojamiento, donde se le informará de cual es la mejor manera de acceder.