El atleta alemán Markus Rehm, triple campeón en los Juegos Paralímpicos, se mostró crítico con el Comité Olímpico Internacional (COI) por no haber apoyado su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. «Una oportunidad perdida para enviar un mensaje de inclusión».
El saltador de longitud germano, cuyo récord del mundo está en 8.62 metros, no pudo convertirse en el segundo atleta con una prótesis de fibra de carbón en competir en unos Juegos Olímpicos. Hay que recordar que el primero fue el sudafricano Oscar Pistorius, que lo hizo en Londres 2012.
Ya lo intentó Markus Rehm en 2016, pero no pudo conseguirlo por no superar las trabas sobre si su prótesis le da ventaja en el salto de longitud y acabó participando en los Juegos Paralímpicos. Sin embargo, sí cumplió los criterios de clasificación para Tokio, aunque entonces el COI le cedió el caso a World Athletics.
Finalmente, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) dictaminó en contra a pesar de que Rehm ya estaba incluido en la delegación de su país.
«Se perdió una oportunidad para enviar un mensaje de inclusión». Así lo lamentaba a la agencia ‘dpa’ Markus Rehm, que considera que el COI maneja un doble rasero.
«Explotan la hermosa imagen que les dan los atletas paralímpicos, pero cuando se trata de la realidad de esa imagen, parece algo demasiado bueno y entonces se acaba la inclusión, especialmente si el atleta que podría agregar esa hermosa imagen es tan bueno como los atletas olímpicos», añadió Markus Rehm.