Mar Linares es la primera paciente de VIH (Sida) que ha conseguido el reconocimiento de una incapacidad permanente en España. En concreto, la pensión de incapacidad permanente le ha sido concedida por las secuelas que le dejó la enfermedad, la cual le fue diagnosticada hace 35 años.
Linares ha participado en la XXVIII Jornadas ViiV para ONG que se han celebrado los días 7 y 8 de mayo en Toledo, con el título ‘Aprendiendo del pasado, mirando hacia el futuro. Un camino de avances y comunidad’.
Primera paciente con incapacidad permanente por VIH
Tal y como hemos comentado anteriormente, Mar Linares ha logrado la primera sentencia en España en la que se reconoce una incapacidad permanente por secuelas de VIH. Sin embargo, esta paciente denuncia el duro camino que ha sufrido hasta conseguir el reconocimiento de la invalidez.
Al respecto, comentó que «sistemáticamente me denegaban la incapacidad, y entonces al final decidí llevarlo por vía judicial, y lo que se le ha dado como más empaque o ha tenido más importancia ha sido la salud mental».
El organismo encargado de reconocer una incapacidad permanente es el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Sin embargo, los ciudadanos también pueden acudir a la vía judicial como última instancia para luchar por una pensión de invalidez.
Son muchos los ciudadanos que necesitan llegar hasta las últimas opciones para lograr una incapacidad permanente por la vía judicial. El caso de Mar Linares es un ejemplo claro de lo complejo que puede llegar a ser la obtención de una pensión de incapacidad permanente en España.
Si bien, Linares reconoce que su empresa le ha apoyado en todo momento, aunque explica que esto «no ocurre de manera habitual» Además, ha lamentado que el VIH no cuenta con un código para asignarlo cuando se produce una inspección médica y se entrega un informe al doctor de enfermedades infecciosas.
Por ello, argumenta que «que supone que tú eres una persona totalmente válida a nivel físico, intelectual, para asumir una jornada laboral«. No obstante, considera que «no se puede comparar a una persona, en el sentido de salud, que la han diagnosticado en 1989 y que empezó a tomar el AZT, que era brutal de tóxico, a una persona en la actualidad».
Lucha para obtener la incapacidad permanente
Mar Linares ha tenido que luchar mucho desde que fue diagnosticada con VIH, no solo para lograr la pensión de incapacidad permanente, sino en todos los ámbitos de su vida. De este modo, aboga por seguir con el activismo y la divulgación sobre la enfermedad.
«Aquí lo que ha pasado es que cuando dejamos de morirnos, parece como que el VIH, al pasar a enfermedad crónica, todo ese camino que hemos andado antes desapareció absolutamente», indica Linares.
Esta mujer acumula más de 30 años conviviendo con una enfermedad como el VIH. En este sentido, defiende que es igual de importante cuidar la salud física como la salud mental.
Mar fue diagnosticada en los años 80 con VIH, una época en la que moría mucha gente a causa de la enfermedad. Según explica, fueron momentos muy complicados, y admite que cada día esperaba a ver cuando le iba a tocar a ella.
Por suerte, esta mujer contó con el apoyo incondicional de su familia y ha podido salir adelante con el paso de los años. De este modo, se ha convertido en la primera paciente que ha conseguido una pensión de incapacidad permanente como consecuencia de las secuelas del VIH.