No descubrimos nada nuevo si decimos que Málaga es una de las provincias de España que esconde más joyas por metro cuadrado. Un paraíso terrenal en el que disfrutar de mar, montaña, buen clima, horas de un sol radiante, gastronomía de ensueño, etc. Mil millones de razones existen para visitarla al menos una (dos, tres, cuatro…) veces en la vida. Pues aunque creas que la conoces, siempre te quedarán rincones por descubrir.
Todas sus bondades dan razones más que de sobra para que cada año, millones de personas decidan visitar esta provincia andaluza. Tanto españoles como extranjeros, elijen Málaga como destino vacacional, en el que descansar y descubrir lugares increíbles. Pero tantos son sus puntos positivos, que muchas personas no solo la eligen como destino vacacional, sino como residencia en la que vivir. Y es que la calidad de vida que puedes encontrar, es casi impagable.
Cala secreta a 50 minutos de Málaga ciudad
Si eres de los que crees que ya conoces todo de Málaga y no tienes motivos para volver, te equivocas. En primer lugar, porque da igual lo mucho que la conozcas, nadie se cansa de volver a un lugar donde la luz del sol brilla de forma diferente, donde poder ir sin abrigo casi los 365 días del año, donde comer es mucho más que alimentarse, es un disfrute. Un lugar donde mar y montaña se dan la mano entre parajes idílicos donde desconectar de verdad de la rutina.
Pero hay una segunda razón: Porque siempre hay algún lugar por descubrir. Un paraíso que se te escapa en esas primeras visitas y que a buen seguro, te van a enamorar. Uno de esos lugares paradisiacos se encuentran a solo 50 minutos de Málaga ciudad. Se trata de la conocida como Cala de la Doncella, en el término municipal de Nerja. Una pequeña playa exclusiva de la costa malagueña. Pero, ¿Qué la hace tan especial?
Cala de la Doncella
Si estás de visita por Málaga o estás pensando en visitarla, apúntate este lugar. Y es que la Cala de la Doncella es una playa paradisiaca, que es exclusiva gracias a su difícil acceso. Está situada en la zona más oriental de la provincia de Málaga, entre el Peñón del Fraile y la Punta Caleta. Un rincón rodeado de acantilados, que aguarda una pequeña playa de aguas cristalinas donde la tranquilidad y el contacto con la naturaleza, están garantizados.
Sin embargo, como también hemos destacado, su exclusividad tiene un precio, y es que su acceso no es fácil. Para llegar a ella, los más aventureros pueden culminar una bonita excusión en kayak, piragua o tabla de paddle surf, desde alguna playa cercana. Pero también es posible llegar a ella en barco, y nadar tranquilamente hasta su maravillosa orilla.
Elijas el modo que elijas, no te arrepentirás, pues no hay mayor lujo en la actualidad, que huir de aglomeraciones y poder disfrutar de un paraíso casi en exclusiva. Así que si estás pensando en visitar Málaga, no te olvides de esta cala. Prepara un día de excursión en el que te sentirás un verdadero afortunado cuando puedas estar disfrutando de un baño en sus aguas cristalinas, rodeado de paraje más espectacular. ¿Qué más se puede pedir?