La Comunidad Valenciana está llena de historia, tradición y cultura en cada uno de sus municipios. Además, la capital es una de las ciudades más importantes de España y está situada en uno de los primeros puestos del escalafón internacional por su situación geográfica, el turismo que atrae el buen clima y, como no, por sus fiestas de Las Fallas. No obstante, existe una corriente entre los valencianos que deciden acudir hasta un pueblo de Teruel, situado a sólo 100 kilómetros de distancia del casco histórico, para hacer sus excursiones y desconectar de la rutina.
Se trata de Mora de Rubielos, un municipio de la provincia de Teruel y capital de la Comarca de Gúdar-Javalambre. Este pueblo, entre sus características principales, tiene una gran accesibilidad con las grandes capitales; de hecho, se encuentra a 40km de Teruel, 116km de Valencia, 344km de Madrid y 416km de Barcelona. La A-23 o Autovía Mudéjar, que comunica la cornisa cantábrica con Levante, es la principal vía de acceso al pueblo.
Unión de Valencia con Mora de Rubielos
Los valencianos no acuden a Mora de Rubielos porque sí. Todo tiene una historia que, en este caso, comenzó hace 61 años cuando un matrimonio valenciano-aragonés donó a la parroquia de Mora de Rubielos -excolegiata de Santa María-, una imagen de la Virgen de los Desamparados. Desde entonces, «los valencianos que veranean en Mora dedican el domingo siguiente al 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Virgen, a su patrona, la Virgen de los Desamparados, con actividades religiosas, sociales y culturales para todos, veraneantes y vecinos», subraya José Joaquín Alegre, que encabeza la comisión organizadora de estas fiestas religiosas.
Lo cierto es que este pueblo turolense, pese a presentar ´únicamente 1.500 habitantes, tiene ‘enamorados’ a los valencianos. Situado a 1.035 metros del mar y que se deja ver como una delicada joya en la que destacan monumentos tan bellos como el Castillo de lo Fernández Heredia, con 4.000 metros cuadrados de planta, o su antigua colegiata de Santa María, construida en el siglo XV. Y eso sin olvidarnos de sus murallas y torres de defensa.
Además, otras de las causas del encanto ‘valenciano’ de este pueblo de Teruel es que en los meses de julio y agosto, las temperaturas nocturnas sean muy agradables comparadas con las grandes ciudades valencianas. Además, el motivo del éxito de este destino turístico se explica por la emigración. Mora llego a tener más de 3.000 habitantes y fue perdiendo población. Entre las décadas de los 50 y los 70, muchas familias se vieron obligadas a abandonarla buscando una salida económica, la mayoría en Valencia. Ahora, aquellos antiguos habitantes y sus familias, regresan al pueblo.
Turismo en Mora de Rubielos
Son muchos los motivos que incitan a visitar este pueblo de la provincia de Teruel, pero, sin duda, uno de los grandes encantos son las aguas, su clima, su oferta gastronómica y sus fiestas, que han contribuido enormemente a este éxito de ciudad turística. Igualmente, Mora intenta que el turismo no se limite al verano: tiene muy cerca las pistas de esquí de Valdelinares y en la época de las setas, el peregrinaje por sus montes, es intenso.
Por ello, Mora “aprovecha” las temperaturas: en verano, el fresco; en invierno, el frio y la nieve. En la actualidad, tiene en funcionamiento 6 hoteles y innumerables casas rurales. En definitiva, tras la adaptación del municipio a las necesidades y sugerencias de los habitantes, se puede concluir que la población está preparada para los retos y realidades del siglo XXI