Los propietarios de viviendas lo odian: el gesto de los inquilinos que levanta sospechas en los caseros

El dinero que obtienen los caseros de viviendas es una muy buena ayuda para pagar la hipoteca de su residencia habitual

Los propietarios de viviendas lo odian: el gesto de los inquilinos que levanta sospechas en los caseros

El gesto que levanta sospechas a la hora de alquilar una vivienda

El precio de la vivienda sigue disparado en España. Esta realidad afecta a numerosos colectivos de la sociedad pero, especialmente, se acentúa en los jóvenes que desean emanciparse y se ven instados a hacerlo en régimen de alquiler ante la imposibilidad de adquirir u inmueble en propiedad, a pesar de los esfuerzos de las entidades financieras de ofrecer las mejores condiciones para una hipoteca a través de los tipos de interés. Sin embargo, no es el único problema a la hora de arrendar una vivienda: el 40% de los propietarios del país afirma tener problemas a la hora de escoger a quien alquilar su propia casa.

El motivo de esta realidad deriva, de acuerdo con el estudio ‘Experiencia en alquiler 2024’, del portal inmobiliario ‘Fotocasa’, en la escasa regulación y el malestar general respecto a la okupación en España, ya que son muchos los casos conocidos en los que el arrendatario paga los primeros meses y luego se desentiende, a la vez que sigue haciendo uso de la vivienda. De igual manera, hay algunos gestos que resultan clave para los caseros durante el proceso de selección del inquilino.

El gesto que hace desconfiar a los caseros

Entregar las llaves de tu vivienda a una persona ajena siempre es delicado, por lo que la certeza y la seguridad de que es el inquilino adecuado deben primar para el propietario del inmueble.  De este modo, según el mismo portal inmobiliario, el gesto que más desagrada y echa para atrás a los caseros de toda España es la dificultad para poder mostrar el piso al futuro inquilino. Esto ocurre durante el proceso de selección, y tras solicitar información sobre la vivienda, el posible arrendatario debe mostrarse todo lo disponible y proactivo que pueda para conocer el espacio en el que pretende instalarse.

Aún así, después de escribir al casero, muchos caseros se enfrentan a un desafío considerable a la hora de mostrar la vivienda. Después de este factor, los caseros afirman que las inmobiliarias o agencias son el segundo punto que más les preocupa a la hora de alquilar sus casas y pisos. La gestión que llevan a cabo preocupa al 10% de los encuestados, que afirman no estar satisfechos con los servicios ofrecidos por estos intermediarios. A raíz de esto, muchos optan por hacer las gestiones por cuenta propia, sin contar con este tipo de servicios.

Sin embargo, los datos económicos respaldan a los propietarios de las viviendas. Casi el 30% de los caseros afirman que el dinero que obtienen de este ejercicio de alquiler es una muy buena ayuda para pagar la hipoteca de su residencia habitual. Además, poder hacer mejoras en su vivienda, sacar rentabilidad a una casa recibida en una herencia, o tener una necesidad urgente de aumentar los ingresos mensuales son los motivos más frecuentes para alquilar una vivienda en España.

Subarrendar mi piso sin permiso del propietario

El precio de la vivienda es un dolor de muelas para los ciudadanos, especialmente en algunas ciudades donde el alquiler no para de incrementar, como Málaga o Sevilla, entre otras. Por ello, las personas que se encuentran en régimen de alquiler optan por buscar compartir piso para paliar su economía sin proponer esta opción a su casero o, incluso, bajo su negativa.

Por ello, llegados a esta situación, la Ley afirma que el propietario del inmueble tiene derecho a rescindir el contrato de alquiler: «El incumplimiento por cualquiera de las partes de las obligaciones resultantes del contrario dará derecho a la parte que hubiere cumplido las suyas a exigir el cumplimiento de la obligación o a promover la resolución del contrato».

La legislación protege los derechos del propietario a la hora ceder su vivienda o inmueble para alquiler de cualquier índole. Por tanto, de acuerdo con el artículo 1.124 del Código Civil, que regula las consecuencias generales del incumplimiento de un contrato, el casero podría emprender acciones legales para rescindir el contrato ante la pérdida de derechos del inquilino sobre la vivienda. Además, esta circunstancia puede derivar en el desalojo de la casa o el piso, tanto para el arrendatario como para el subarrendatario de la vivienda.

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