Hoy, 6 de marzo, se celebra el Día Europeo de la Logopedia, una profesión muy reconfortante e indispensables para algunas enfermedades y discapacidades, como es el caso del síndrome de Down. Desde el Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM) han querido recordar que un 95 por ciento de la población con síndrome de Down tiene alteraciones en el lenguaje tanto de inteligibilidad, como de articulación, de fluencia (45-53 por ciento presentan tartamudez), o bien de voz. Además, también pueden sufrir disfagia.
Es precisamente por esto por lo que señalan la importancia del acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva. También exponen que la adecuada investigación es vital para el crecimiento y el desarrollo de la persona.
La intervención temprana del logopeda es fundamental para los síndrome de Down
«Los beneficios de la intervención de los logopedas en los síndrome de Down redundan en una mejora del dominio del lenguaje y la intención comunicativa; estos consiguen una mayor comprensión y comunicación funcional; además de que se potencia su integridad social y escolar; se favorecen las relaciones interpersonales; o se facilita el aprendizaje», celebra el Colegio de Logopedas de Madrid.
El logopeda tiene un papel fundamental en el desarrollo de los síndrome de Down ya que se encarga del desarrollo de las habilidades auditivas y comunicativas, aborda los posibles trastornos de la deglución o masticación, se ocupa de mejorar la coordinación y movilidad de los órganos fonoarticulatorios y trabaja la musculatura orofacial para poder conseguir una mayor independencia de movimientos.
En una entrevista a Olga Pérez en el medio Infosalus, la logopeda explica que los especialistas ayudan a las personas con síndrome de Down a la hora de conseguir desarrollar los diferentes hitos del desarrollo de la comunicación y del lenguaje en función del momento evolutivo de cada persona. Además, no solo se atienden a las necesidades de la persona afectada, también a la de sus familias.
Además, la especialista recuerda que el ritmo de adquisición de la comunicación y del lenguaje de las personas con triosomía 21 es más lento que el del resto de personas. Es por eso por lo que uno de los objetivos de la Atención Temprana de la intervención del logopeda es precisamente favorecer la intención comunicativa de estas personas.
«Para facilitar la comunicación mientras aparece el lenguaje oral, se les enseñan estrategias o métodos como la comunicación bimodal, que les permite expresar sus necesidades, emociones, sentimientos, u opiniones a través de gestos, que siempre deben ir acompañados de lenguaje oral por parte del otro miembro de la conversación. De este modo, se logra que sigan interesándose por su entorno próximo y manteniendo o creando vínculos con las personas de su círculo», explica la especialista al medio.
Pero las personas con síndrome de Down no solo pueden presentar dificultades en el habla. También pueden presentar algunas dificultades en la audición, la visión y en la percepción, así como en el procesamiento sensorial. De ahí la importancia de tratar de forma temprana estos hechos.