La falta de empleo es sin duda uno de los mayores problemas con los que nos encontramos en España. Es por ello, que desde el Gobierno deben continuamente asumir la responsabilidad de trabajo no solo para fomentar el empleo digno, sino para ayudar a las personas que se encuentran en una situación extrema de vulnerabilidad. Y es que este sector es vital para el buen funcionamiento de un país, pues son muchos los problemas que se multiplican cuando hay falta de empleo.
Lo principal, es la falta de recursos económicos por la que pasan esas personas. No tener trabajo significa a su vez, no tener ingresos. Esto lleva a muchas personas a una situación de pobreza y exclusión social de la que es muy difícil salir sin ayuda. Pero además, este factor impacta directamente en la economía del país. Pues si no hay empleo, los ciudadanos no tienen recursos y todo se estanca. Pero aún hay más. Pues que España cuente con una gran economía sumergida, es otra de las consecuencias negativas de esta situación.
¿Qué puede hacer el estado?
Ante la falta de empleo, el Gobierno de España tiene mecanismos de ayuda para que la mayor parte de los ciudadanos puedan salir de esa situación. Para empezar, contempla una prestación contributiva por desempleo, algunos subsidios, e incluso lo que han denominado Ingreso Mínimo Vital. Todas estas ayudas son económicas, y están enfocadas a dar salida de una mala situación a las personas que no tienen empleo y por tanto, no cuentan con un salario digno.
Pero además, el Ejecutivo cuenta con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que es el organismo que se encarga, además de muchos de los subsidios disponibles en España, de poner en marcha otras vías necesarias para fomentar el empleo. Entre ellas, se encarga de publicitar y gestionar todas las ofertas que le llegan para que los desempleados tengan acceso directo a ellas, además de tener disponibles un gran número de cursos de formación, para ampliar conocimientos y así, tener más opciones de encontrar un trabajo.
Sin embargo, había un problema que se venía dando con algunos desempleados hasta ahora. Y es que en ocasiones, el salario a percibir por el trabajo al que podían acceder, era incompatible con el subsidio. Es decir, cobrar la ayuda y trabajar, era incompatible. Por ello, muchas personas rechazaban un trabajo de pocas horas, para no perder la ayuda. Pues al final, los ingresos eran muy similares. El problema de esto, es que muchos perdían así la oportunidad de entrar en una empresa con un contrato pequeño y progresar.
Compatibilizar el paro y el empleo es posible
Que la mayor parte de la población tenga acceso a un empleo, es fundamental. Por ello, una de las claves que incluye la reforma del subsidio por desempleo es la posibilidad de compatibilizar el paro y un trabajo. Y es que si trabajar significa perder la ayuda, muchas personas no pueden arriesgarse a volver al mercado laboral por un salario bajo.
Así se ha aprobado gracias al acuerdo entre el Ejecutivo, los sindicatos y la patronal, que se ha plasmado en un real decreto-ley aprobado en Consejo de Ministros. Por tanto, en menos de 3 meses, esta opción será ya una realidad.
Se trata del conocido como ‘complemento de apoyo al empleo’, una ayuda que tendrá un importe máximo de 480 euros, es decir, el equivalente al 80 por ciento del IPREM. No obstante, dependerá de los meses que la persona lleve sin trabajo y del tipo de jornada laboral a la que acceda. Por tanto, se trata de una opción destinada a las personas que cobran el paro o reciben un subsidio por desempleo, y encuentren un trabajo.