La limpieza de algunos electrodomésticos en casa, se torna a veces complicada, simplemente, porque no sabemos cómo llevarla a cabo. Y es que no para todo sirve coger estropajo, un producto fuerte, frotar y enjuagar. Pues como el resto de quehaceres del hogar, tiene su proceso específico al que debemos ceñirnos para que la limpieza sea efectiva, para no perder más tiempo del necesario en ello, y específicamente en los electrodomésticos, para no estropearlos.
Es curioso, pues en la limpieza de electrodomésticos suelen darse dos situaciones muy opuestas, y ambas, erróneas. La primera de ellas, es la de las personas que consideran que estos aparatos se limpian menos. Suele ser sobre todo, en el caso de frigoríficos, lavadoras o microondas. Pero, ¿Se trata de falta de limpieza o de desconocimiento sobre el tema? Lo cierto, es que por extraño que pueda parecer a algunos, hay personas que desconocen que estos aparatos, además de mantenimiento técnico, necesitan limpieza.
En el segundo caso, y extremo al anterior, se encuentran las personas que efectivamente, realizan la limpieza de los electrodomésticos como si de cualquier otra parte de la cocina o encimera se tratara. Esto puede ser un problema, porque los productos o utensilios utilizados, pueden dañar el aparato. Es más, en ocasiones, no solo dañan el mecanismo en sí, sino que pueden provocar, por ejemplo, en el caso del microondas, que la comida que luego se cocine, adquiera ese producto.
Por tanto, como en todo lo relativo a la limpieza, lo más eficiente y económico, es conocer lo que vamos a limpiar, y adaptar la fórmula y los ingredientes utilizados a ello. De este modo, además, podremos agregarlo a nuestros plan semanal de limpieza del hogar y saber cuándo toda esa determinada parte de la casa, por tanto, el ahorro de tiempo también jugará a favor.
Trucos para la limpieza del microondas
La limpieza del microondas, como todo, necesita de un sistema concreto que respete la misión de este electrodoméstico y no lo dañe. Cabe recordar, que un microondas es un aparato que se utiliza para cocinar comida. Es decir, está en constante contacto con los alimentos que luego vamos a ingerir. Esto significa, por una parte que es fácil que se ensucie, y por otra, que debe estar siempre limpio para que no se establezcan en él, bacterias y gérmenes.
Pues tenemos dos trucos para que este dispositivo esté siempre como nuevo y sin peligro de que tus alimentos se contaminen. Para el primero de ellos, solo necesitas un ingrediente natural, barato y que a buen seguro tienes en casa: Un limón. Córtalo por la mitad, y colócalo en un plato boca abajo con un poco de agua. Cuando lo tengas, mételo en el microondas y prográmalo durante un minuto a máxima potencia.
Cuando veas que el cristal se humedece, para el dispositivo y saca con ayuda de un guante de cocina, el plato para no quemarte. El limón y la humedad, ayudarán a ablandar la grasa, desinfectar y eliminar malos olores. De tal modo, que simplemente con la ayuda de un paño humedecido, podrás quitar toda la suciedad que tenga el aparato. Un truco que si llevas a cabo d forma semanal, siempre tendrás tu microondas como nuevo.
Casos más difíciles
Si eres de los que has dejado la limpieza de tu microondas durante demasiado tiempo, tenemos una segunda opción. En este caso, con jabón líquido para lavavajillas. Ten en cuenta, que solo sirve este tipo de producto químico, cualquier otro, podría ser perjudicial. Pues bien, pon en un recipiente agua tibia, un chorreón de este jabón, y mételo en el microondas durante un minuto a máxima potencia.
Al igual que en el truco anterior, cuando veas el cristal humedecido, páralo y retira el recipiente con cuidado de no quemarte. El vapor de agua habrá ablandado la suciedad más resistente, por lo que con ayuda de una esponja, ve frotando y retirando los restos. Finalmente, con un paño húmedo, termina de limpiar toda la zona hasta dejarlo impoluto.