El pollo es uno de los alimentos que más vamos a encontrar en cualquier cocina del mundo. Y es que sin duda este es un producto que se puede cocinar de muchas maneras distintas, por lo que existen muchos platos que incluyen este ave como ingrediente principal. Pero tan acostumbrados estamos a cocinarlo, que en muchas ocasiones pasamos por alto algunos consejos de los expertos para su limpieza y evitar intoxicaciones alimentarias. Por ejemplo, la forma en la que debemos limpiar el pollo para no tener sustos.
Y es que sin duda algo muy común es meter el pollo debajo del grifo antes de cocinarlo para deshacernos de toda la suciedad que creemos que tiene. Pero, según los expertos, realmente esto no sería necesario. Es más, si no lo hacemos cada vez que vamos a comer pollo estaremos evitando el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria relacionada con ello.
Así, la Agencia de Normas Alimentarias de Reino Unido ha concluido en una investigación que limpiar el pollo antes de comerlo puede ser realmente peligroso para la salud. Y es que la mayoría de las personas lo hacen sin conocer los riesgos que esto puede conllevar en nuestra vida.
Limpiar el pollo debajo del grifo puede propagar la bacteria campylobacter
Los expertos siempre aconsejan limpiar cualquier ingrediente que vayamos a cocinar de forma que eliminemos cualquier resto de sustancia dañina para el cuerpo. Pero debemos tener cuidado al hacer esto, ya que como ocurre en el caso del pollo meterlo debajo del grifo puede ser realmente peligroso.
De hecho, un estudio realizado por la Agencia de Normas Alimentarias de Reino Unido afirma que limpiar el pollo antes de cocinarlo aumenta el riesgo de propagación de la bacteria campylobacter en las manos, las superficies de trabajo, la ropa y utensilios de cocina por la salpicadura de gotas de agua.
Y es que por mucho cuidado que lleguemos a tener, al limpiarlo debajo del grifo siempre cae alguna gota fuera del fregadero cuando estamos limpiando el pollo para después comerlo. Por lo que lo mejor es evitar lavarlo de esta forma para que no salpique a todo.
Esta bacteria, según la web MedLine Plus, puede causar diferentes daños en el organismo tales como: diarrea, dolor de vientre, fiebre, náuseas, vómitos y todo tipo de enfermedades relacionadas con el sistema digestivo y el tracto intestinal.
Normalmente las secuelas solo duran unos pocos días, pero es necesario que evitemos sufrir esta afección ya que hay personas a las que puede provocarles un riesgo para su salud.
¿Cómo es el tratamiento si terminamos infectados?
Lo normal es que si los síntomas empeoran acudamos a nuestro médico para que nos aconseje que podemos hacer en esas circunstancias. Ya que realmente puede acabar siendo un auténtico problema si no lo tratamos a tiempo.
En este sentido, el tratamiento va a estar basado en los síntomas que tengamos y el estado de salud de la persona que haya sido infectada por la bacteria.
Así, lo más común es que nos recomienden el consumo de abundante agua, comer pequeñas porciones de alimentos durante el día y seguir una dieta saludable alta en potasio, así como ingerir comidas saladas y otros alimentos ricos en vitaminas y minerales.